Arte, Cultura y Espectáculos
Jóvenes y con talento
La Sala Parés y la Galería Trama exponen a diez artistas emergentes como apoyo para que se abran paso en el circuito profesional.
La Sala Parés y la Galería Trama exponen a diez artistas emergentes como apoyo para que se abran paso en el circuito profesional.
En un mundo ideal, el talento tendría que ser autosuficiente y triunfar por sí solo. Los artistas, escritores, cineastas, bailarines, músicos saldrían a la calle, harían lo suyo, y todo el mundo se emocionaría, aplaudiría y se convertirían en improvisados mecenas. Claro que si el talento fuese autosuficiente, ¿cuál sería el límite para que éste fuese tan grande que negase el de los demás? ¿No habría posibilidad de disfrutar de un gusto personal ajeno a las corrientes aceptadas, a todos tendría que gustarnos lo mismo?
Por suerte, los mundos ideales nunca han sido muy relevantes fuera de esa idea. Los artistas, por mucho talento que tengan, no consiguen la atención y la admiración por generación espontánea. Hay necesidad de una infraestructura detrás, de un circuito de galerías, coleccionistas, críticos, instituciones que detecten el talento y, sobre todo, lo enaltezcan y contagien su entusiasmo a los demás. Por eso es tan importante la suerte para un artistas, porque hay que tener mucha suerte para que, todas las cosas que pueden salir mal, y son muchas, salgan bien, y el talento quede oficialmente refrendado.
¿Qué ocurre después de que un artista sale de sus estudios de Bellas Artes? Pues que está abandonado a esa suerte y es muy fácil perderse y que el talento se pierda en el vacío. Para que esto no ocurra, la Sala Parés y la Galería Trama acogen desde hace nueve años el concurso Art <35BS, que selecciona la obra de diez jóvenes artistas y las muestran y promocionan en sus salas de exposición. Un año más, y hasta el 23 de septiempre, podrá verse en el centro de la calle Petrixoll estas maravillas en busca de su espacio en el mundo.
La exposición está formada por cinco piezas de cada uno de los diez artistas seleccionados por el jurado del concurso. Son jóvenes cuyo talento va por delante, pero que se encuentran en la etapa de inserción en el circuito profesional del arte contemporáneo. La muestra sirve, por tanto, para que entren en contacto con críticos, comisarios, instituciones, galerías y clientes o coleccionistas. Además, los artistas reciben una beca de producción de la Fundación Banc Sabadell, que ha creado un programa de adquisiciones que hace que cinco empresas adquieran como mínimo una de las piezas expuestas. El talento no es autosuficiente, necesita afecto, y nada afecta más al talento como que lo admiren y, sobre todo, lo compren.
Este año, los jóvenes protagonistas, todos nacidos entre 1983 y 1993, son, entre otros, Manuel Diego Sánchez, Miguel Marina, Nico Brunet, Carlos Miguel Sánchez o la sorprendente y jovencísima Ana Ciscas, nacida en 1993, que ejemplifica una de las tónicas creativas de esta generación, la inserción y manipulación de imagen real. «Lo que llamó especialmente la atención entre los miembros del jurado fue el tratamiento que, desde el terreno de una imagen procedente tanto de archivos (en general) como inventada, repetida, manipulada, sugerida ... se daba a cuestiones relacionadas con la realidad, la manera de representar lo que nos rodea, la tendencia a referirse a un suceso ocurrido; en suma, a cuestiones relacionadas con cualquiera de nosotros cuando nos preguntamos qué y cómo es el mundo en que vivimos», comenta Frederic Montornés, comisario del catálogo de la exposición.
La muestra incluye 50 obras repartidas en 30 pinturas, 15 combinaciones entre fotografía, pintura y otros materiales y cinco piezas son collages digitales. El jurado ya ha dictado sentencia, y sus nombres avalan su decisión. Entre ellos destacan el artista Ignasi Aballí, el director del Macba, Ferran Barenblit, Sergi Aguilar, director de la Fundación Suñol o los galeristas Concha de Aizpuro y Joan Anton Maragall. Juventud, divino tesoro.
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