Junqueras censura el diálogo de Mas y Rajoy: «No servirá de nada»

El acuerdo suscrito entre Artur Mas y Oriol Junqueras para gobernar de la mano esta legislatura en Cataluña no deja ninguna duda sobre el «proceso de negociación y diálogo» que debe establecerse con el Estado para tratar de ejercer el «derecho a decidir» y convocar un referéndum. Así lo explicita el documento firmado por ambos líderes hace diez días. Sin embargo, el líder de Esquerra no está nada convencido de que hablar con el Gobierno pueda tener alguna utilidad. «No servirá de nada», sentenció ayer Junqueras, solo un día después de trascender que Mas pretende reunirse con Mariano Rajoy para hablar acerca de la consulta soberanista.

Las acusaciones de Junqueras

Los republicanos son partidarios de que Cataluña ejerza el derecho a la autodeterminación sin esperar a que el Estado dé permiso y no están por la labor de explorar la conciliación con Rajoy. De hecho, el líder republicano subrayó ayer, por enésima vez, que el Gobierno «adeuda a la Generalitat 8.000 millones en infraestructuras presupuestadas» y acusó al Estado de provocar «un evidente perjuicio» a Cataluña. Junqueras no cree que en este contexto existan posibilidades de que Rajoy acceda a permitir un proceso independentista y, por tanto, aboga por centrarse en explorar la legalidad internacional para lograr el Estado propio.

Mas comparte esta última idea –y, de hecho, ya ha dado la instrucción de buscar aliados a nivel exterior–, pero considera imprescindible justificar que ha agotado el diálogo con el Gobierno antes de lanzarse por una pendiente cuyo destino es completamente incierto.

Antes de llegar al extremo del Estado propio por la vía de los hechos consumados, Mas prefiere no romper la cuerda con el Estado porque, al fin y al cabo, son las transferencias del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) las que permiten a la Generalitat hacer frente a sus obligaciones con bancos y proveedores.

Desde que ha tomado posesión del cargo, el presidente catalán ha lanzado varias llamadas al diálogo con el Gobierno porque no cree que haya llegado el momento de protagonizar una confrontación a tumba abierta. Mas no la descarta, por supuesto, pero prefiere medir los tiempos y, sobre todo, las fuerzas. Antes de partir peras por completo, el presidente de la Generalitat necesita cargarse de argumentos. No lo va a tener sencillo porque Rajoy subrayó el viernes que está predispuesto al diálogo con Cataluña para «acomodar mejor las demandas de diversidad». No obstante, el presidente del Gobierno reclama una «lealtad recíproca» a Mas, exigencia que el presidente catalán no ha comentado.

El pacto de CiU y ERC avala el diálogo con el estado

La censura de Oriol Junqueras a la vía de dialogar con el Estado es sorprendente porque él mismo la avaló y le puso fecha (primer semestre de 2013) mediante el acuerdo que firmó con CiU, Así reza el punto 3 del anexo de la consulta que consta en el pacto. «CiU y ERC acuerdan abrir un proceso de negociación y diálogo con el Estado español para el ejercicio del derecho a decidir que incluya convocar un referéndum previsto en la ley 4/2010 del Parlament de consultas populares».