El saqueo sindical
La Agencia de Cooperación adjudicó siete millones en ayudas a dedo en 2011
La Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) está muy lejos de ser un modelo de gestión dentro de la administración de la Generalitat. Más bien representa lo contrario. Un informe de la Sindicatura de Cuentas dado a conocer ayer revela un sinfín de deficiencias en materia de subvenciones, régimen de personal y de contratación. El órgano fiscalizador ha examinado el ejercicio 2011, cuando la ACDD tenía un presupuesto de 22,2 millones de euros, y ha detectado fallos de todo tipo, desde expedientes de subvenciones que no se han revisado causando «un posible perjuicio a la tesorería de la Generalitat», a la concesión de ayudas firmadas por un alto cargo y no por el conseller correspondiente.
La Sindicatura realiza hasta 10 observaciones en el capítulo de subvenciones y varias son demoledoras. Todas ellas después poner en evidencia que en el ejercicio 2011, la ACCD concedió directamente 63 subvenciones por un total de 7.028.647 euros, es decir un 57 por ciento del importe total de las 160 subvenciones concedidas en el ejercicio por 12.373.647 euros.
«De la revisión realizada entre los años 2011 y 2012 de expedientes correspondientes al ejercicio 2011 y anteriores, se detectó que de 122 expedientes había 108, por valor de 7.333.072 euros, en que había transcurridos el plazo de vigencia», denuncia. Además, halló un total de 326 expedientes abiertos de subvenciones, por valor de 46.010.957 euros, en los cuales el ente beneficiario había entregado la justificación, pero la ACCD no lo había revisado; y otros 107 expedientes, por valor de 16.970.141 euros, en los cuales había transcurrido el plazo de justificación y el ente no la había entregado y no había habido ningún acto formal de la ACCD para reclamar o dar marcha atrás a la subvención».
No acaban aquí las anomalías en el ámbito de las subvenciones. La ACCD también dividió una subvención en dos tramos con el propósito de evitar el trámite de aprobación del Govern por cuestión del importe. En otros cuatro ayudas, por valor de 853.000 euros, la Agencia no realizó el pago tal y como establecen los convenios, lo que supone un riesgo de cara a futuras reclamaciones.
La lista de aparentes irregularidades continúa. En otras dos subvenciones, la Sindicatura de Cuentas detectó vinculaciones entre el beneficiario de las ayudas y la empresa subcontrada para realizar parcialmente la actividad subvencionada.
En cuanto al personal, la Sindicatura denuncia que dos trabajadoras han cobrado complementos salariales que no se ajustan a derecho y que podrían comportar «la existencia de indicios de responsabilidad contable». En este mismo ámbito, el informe alerta de que la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo contrató directamente a cuatro personas en contra de lo que preveía la prórroga presupuestaria.
La política de contratación de la ACCD también merece observaciones de la Sindicatura, ya que la Agencia firmó dos contratatos de alquiler para instalar su sede antes de que la Dirección General de Patrimonio emitiera el informe vinculante que establece la normativa pública.
Después de enumerar todas estas circunstancias, la Sindicatura no tiene otro remedio que recordar que la gestión de subvenciones debe regirse por los principios de publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminación.
Además, el órgano fiscalizador exige a la ACDD que respete escrupulosamente los requisitos legales en la concesión de subvenciones y recomienda que se establezcan las delegaciones oportunas en la concesión de ayudas inferiores a 300.000 euros.
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