La candidatura europea, choque entre la federación

BARCELONA- Quedan pocos meses para las elecciones europeas de mayo, cuya candidatura está siendo uno de los motivos de tensión entre Convergència y Unió. La propuesta de Convergència de hacer una lista unitaria de cara a intentar incluir en la agenda de las instituciones europeas el proceso soberanista se ha convertido en un quebradero de cabeza y una muestra visible del mal momento de relaciones por las que pasa la federación.

Unió no está dispuesta a ir de la mano de ERC como proponen sus socios, sino que apuesta por seguir presentándose con el PNV. Tampoco contempla la formación que encabeza Josep Antoni Duran Lleida que Convergència se alíe con los republicanos sin contar con ellos, situación que supondría una estocada letal para CiU, cuya relación está «muy tocada», en palabras de un dirigente, por las distintas maneras de encarar la convocatoria de una consulta soberanista.

Por su parte, los de Artur Mas insisten en articular una lista que englobe a las formaciones que quieren someter a la ciudadanía de Cataluña a una consulta que hoy por hoy cuenta con la oposición frontal del Gobierno. Convergència apuesta por preparar una convocatoria abierta en la que queden reflejados distintos sectores de la sociedad civil para actuar a modo de «lobby» en las instituciones europeas. Se está empleando a fondo en conseguir una lista lo más amplia posible, aunque en el PSC, envuelto en una renovación total de sus candidatos (serán baja Raimon Obiols y Maria Badia), consideran que se trata de una estratagema de CiU para sumar a ERC y evitar un «tropiezo electoral de dimensiones históricas», aseguró el portavoz parlamentario, Maurici Lucena, a Ep. Tampoco apoya la candidatura conjunta ICV. Por su parte, ERC permanece a la espera mientras se quema la relación entre Convergència y Unió se quema. No quiere que se les vea como culpables.