El desafío independentista

La CUP llama a «barrer» a Rajoy, Artur Mas y la monarquía

Los anticapitalistas presentan el cartel de su campaña para el 1-O y enfurecen al PDeCAT por incluir la caricatura del ex presidente de la Generalitat. «Dais pena», critica David Bonvehí

La presentación de la campaña de la CUP con los carteles correspondientes, ayer
La presentación de la campaña de la CUP con los carteles correspondientes, ayerlarazon

Los anticapitalistas presentan el cartel de su campaña para el 1-O y enfurecen al PDeCAT por incluir la caricatura del ex presidente de la Generalitat. «Dais pena», critica David Bonvehí.

El goteo de acciones violentas contra intereses turísticos de organizaciones afines a la CUP se quedó ayer en una declaración de intenciones. Ahora el objetivo de la formación anticapitalista, junto a otras organizaciones próximas como Arran, Endavant, Alerta Solidària, Coordinadora Obrera Sindical (COS) y el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), es expulsar a algunas personalidades relevantes del ámbito político, económico y social de los territorios de habla catalana, que denominan Países Catalanes (integrados por Cataluña, Baleares, la Comunidad Valenciana y la Franja de Aragón) y pretenden unir a la causa independentista.

Expresaron sus intenciones en el cartel de su campaña a favor del «sí» en el referéndum, que presentaron ayer, en el que aparece una mujer con una escoba barriendo sobre un mapa de los Países Catalanes a Mariano Rajoy (con un sobre que alude a los sobresueldos en B), José María Aznar (con un cohete ensangrentado con la inscripción Irak), el rey Felipe VI y la Infanta Cristina. También figuran Jordi Pujol (con un maletín con la inscripción 3 %), Artur Mas (con unas tijeras por los recortes), Florentino Pérez, Ana Botín, Carlos Fabra (con avión en mano para referise al aeropuerto de Castellón), el expresidente del Govern balear José Ramón Bauzà (por su decreto a favor del trilingüismo), el torero Juan José Padilla y el cardenal Rouco Varela.

Todos ellos, según expuso Mar Ampurdanés, portavoz de Arran, en un acto ante la Cámara de Comercio, son «símbolos del régimen» que reprsentan el «capitalismo, patriarcado, corrupción y monarquía» y quieren desterrar para construir una «república socialista, feminista y ecológica». Por su parte, Laura Gisbert, de SEPC, llamó a concienciarse de que el «procés» «será conflictivo» y para ello, reclamó que la gente se movilice para «plantar cara» a las fuerzas del Estado.

Por su parte, la diputada Anna Gabriel, que también estuvo presente junto a Mireia Vehí, ironizó sobre el mensaje de Rajoy del martes, en el que pedía aislar a la CUP: «Me sorprendería que hiciera formulaciones inteligentes».

El cartel, que tiene como lema «¡Barrámoslos! Desobediencia, autodeterminación y Países Catalanes», es de inspiración leninista, según explicó su autor, David Agrio, en las redes sociales(en concreto se basa en uno de 1919 en el que está Lenin «limpiando el mundo de basura» con una escoba de color rojo).

El primero en enfurecerse ante el cartel fue el coordinador de organización del PDeCAT, David Bonvehí, que criticó duramente a la CUP. «Poner en el mismo saco a Mas y Rajoy es miserable. Uno condenado por demócrata, el otro jefe de un Estado que persigue las ideas. Dais pena», aseveró en Twitter. El presidente del PP, Xavier García Albiol, también estuvo contundente: «El fascismo de la CUP al natural. ¡Quien no piensa como ellos, fuera! CUP, ¿también nos pondréis un brazalete? Sois una vergüenza».