La CUP pone pegas a las cuentas del Govern y las deja en el aire

Los anticapitalistas no valoran en profundidad la oferta del gobierno catalán para no interferir en el debate de las bases, pero reprochan la ausencia de medidas en IRPF, Sucesiones y Patrimonio.

Punto y final a la negociación de los presupuestos entre el Govern y la CUP. El futuro político de Cataluña ha quedado en manos de las bases de los cuperos, que decidirán este sábado si dan su beneplácito a las cuentas o desencadenan un nuevo avance electoral. Pese a ello, como preámbulo, el diputado de los antisistema, Albert Botran, advirtió que sus exigencias «estrella» –subida fiscal del IRPF, Sucesiones o Patrimonio– han sido ignoradas. «Se echa de menos alguna medida en fiscalidad redistributiva», criticó Botran.

A lo largo del proceso negociador, los cuperos han pedido con vehemencia la revisión de alguno de estos tributos. Bajo el eslogan «por la república del 96%», los anticapitalistas han centrado parte de su argumentario en que sólo el 4 por ciento de la población catalana cobra más de 60.000 euros y, por tanto, han reclamado crear más tramos a partir de esta franja salarial –el actual sistema impositivo fija el último tramo en esta cantidad–. No obstante, siempre se ha encontrado con el rechazo sistemático de una parte del Govern –PDECAT–, ya que ERC se ha mostrado más abierta a tantear esta posibilidad, aunque sea la formación que más reproches se haya llevado por su calidad de fuerza «izquierdista» en el ejecutivo. Incluso, la semana pasada salió a la luz un informe del gobierno catalán que demostraba que había margen para elevar el IRPF en los tramos más altos sin que situara a Cataluña entre las autonomías con mayor presión fiscal de España.

La militancia de la CUP tiene ahora hasta el viernes –mediante sus asambleas territoriales– para deliberar si dan por bueno los esfuerzos del Govern para atender sus demandas, y trasladarán sus valoraciones al Consell Polític del partido, que junto al Grupo de Acción Parlamentaria (GAP) –diputados de la CUP en el Parlament–, tendrán la última palabra. En cualquier caso, Botran certificó ayer que la decisión que tome la formación el sábado será definitiva, y no habrá margen para modificarla. «Ahora la militancia valorará si estos avances están a la altura del momento político y del compromiso que debe tener el Govern», afirmó el diputado de la izquierda anticapitalista. «En estos debates también se valorarán los avances en materia de referéndum y proceso constituyente», añadió.

Botran no se prodigó mucho más en la valoración de los presupuestos, porque insistió en que la decisión corresponde exclusivamente a las bases y el GAP no va a tomar posición oficial «para no interferir en el debate interno». Sin embargo, el diputado sí que aseguró que el grupo parlamentario ha elaborado un conjunto de documentos que recopilan los argumentos a favor y en contra de los presupuestos para trasladarlos a sus bases. Según avanzó el diari Ara, el texto del «sí» a los números centra su base argumental en que serviriía para aumentar la presión sobre el Govern en torno al referéndum, aunque el texto del «no» remarca que aprobar las cuentas menoscabaría la «credibilidad» de la formación ante un referéndum «que no está claro que se pueda celebrar». Fuentes de la CUP consultados por este diario, explicaron que los documentos todavían están incompletos.

Por otro lado, Botran reconoció avances en otras materias como educación y renta garantizada, pero emplazó al Govern a negociar también con entidades sociales y sindicatos. Finalmente, celebró la puesta en marcha en 2017 de un impuesto «verde» a los vehículos más contaminantes que aportará 77 millones de euros, y la creación de nueves fondos.