Parlament de Cataluña

La CUP tensiona al soberanismo y pide ratificar la «desconexión»

Choque en el Parlament después de que la Mesa admita a trámite una moción anulada por el TC

El diputado de la CUP y líder de la formación antisistema, Carles Riera, en un pleno reciente en el Parlament/ Shooting
El diputado de la CUP y líder de la formación antisistema, Carles Riera, en un pleno reciente en el Parlament/ Shootinglarazon

La CUP ha vuelto a agitar el tablero político catalán en plena operación «deshielo» entre la Generalitat y el Gobierno.

La CUP ha vuelto a agitar el tablero político catalán en plena operación «deshielo» entre la Generalitat y el Gobierno. Cuando sólo faltan dos semanas para la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, la formación antisistema ha presentado una moción que insta al Parlament a ratificar el texto de ruptura del 9 de noviembre 2015, aprobado por la Cámara catalana y tumbado poco después por el Tribunal Constitucional. En concreto, la resolución marca «el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república» y constata que esta «desconexión» «no se supeditará a las decisiones del Tribunal Constitucional».

Una maniobra que ha tensionado al independentismo y ha abierto otro cisma en el Parlament, con la Mesa admitiendo a trámite el texto pese a las advertencias de los letrados. PSC, PP y Cs ya han anunciado que presentarán una petición de reconsideración –los socialistas lo hicieron ayer mismo– que podría ir seguida de un recurso de amparo ante el Constitucional si es desestimada.

La moción de la CUP también reclama al Parlament recuperar «el contenido» de diez leyes suspendidas por el TC, entre ellas la del cambio climático, la de igualdad entre hombres y mujeres y la de la sanidad universal. Cabe recordar que todas ellas las pondrá encima de la mesa el Gobierno del PSOE ante la Generalitat, por lo que esta hipotética recuperación unilateral por parte el Parlament que reclaman los antisistema podría interferir en la negociación entre Torra y Sánchez.

Las que no incluye la CUP en el «pack» son las llamadas leyes del procés: la de transitoriedad jurídica y la del referéndum, aprobadas en las convulsas sesiones del 6 y 7 de septiembre. Sí que fija un periodo de 90 días al Govern para hacerlas efectivas.

La iniciativa, admitida a trámite por la Mesa gracias al voto de desempate de Roger Torrent (ERC), puede ser debatida en el pleno del Parlament el próximo mes. Pese al apoyo inicial del independentismo, que se arriesga de nuevo aceptando un texto que está suspendido por el Constitucional, ni Junts per Catalunya ni Esquerra quisieron explicitar ayer su apoyo a la moción de la CUP. La portavoz de JxCat, Gemma Geis, insistió en que su grupo la analizará y hará «propuestas, enmiendas y aportaciones», además de confirmar que la negociarán con la CUP y también con otras fuerzas. La republicana Anna Caula reiteró la necesidad de «encontrar el consenso para poder votar a favor», por lo que parece difícil que el texto salga adelante sin modificaciones sustanciales.