Exposición
La profesión teatral y admiradores se unen en el último adiós a Anna Lizaran
Sergi Belbel, con el rostro descompuesto; Abel Folk con la cabeza baja y ojos llorosos; Joel Joan triste y decaído; Toni Sevilla e Imma Colomer andando a pasos cortos, con el cuerpo pesado. El tanatorio de Les Corts se llenó ayer de amigos, colegas de profesión y de admiradores para dar un merecido último adiós a Anna Lizarán, fallecida la madrugada del viernes tras no superar un cáncer fulminante. Tenía 68 años, pero parecían toda la eternidad cuando estaba en un escenario y es difícil concebir que ya no volverá a estar.
Una de las primeras personas que se acercó al tanatorio fue el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, que recordó que habló con ella el pasado mes de septiembre cuando tuvo que abandonar los ensayo de «La Bête» por su enfermedad. «Tenía muchas ganas de recuperarse rápido para seguir trabajando»,, señaló Mascarell. «De la misma manera que cuando se habla de teatro catalán se habla de Margarita Xirgu, a partir de ahora también se mencionará a Anna Lizaran», dijo Belbel, director de la última obra en la que trabajó.
✕
Accede a tu cuenta para comentar