La Rambla reivindica las antiguas pajarerías con sus luces de Navidad

El alumbrado es un recuerdo a los puestos de venta de animales ubicados en el paseo hasta que la normativa municipal los desautorizó.

El turístico paseo de La Rambla dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas con el encendido oficial de su alumbrado, que por segundo año consecutivo ha apostado por el talento de un creativo vinculado a la ciudad para su diseño. Pero si el año pasado Benedetta Tagliabue optó por primorizar la estética a la temática, en este ocasión Claret Serrahima ha querido crear un alumbrado reivindicativo,

No puedo entender el campo de la creatividad sin un aspecto creativo», declaraba ayer Serrahima durante la presentación de las luces, para a continuación señalar que «la estética por la estética o la forma por la forma, no me interesa nada». En este sentido, el creador ha optado por diseñar un alumbrado con un mensaje crítico en torno a la desaparición de las clásicas pajarerías por normativa municipal. «No entiendo a los políticos, que decidien prohibir los pájaros cuando son esos mismos políticos quienes dirigen el zoo», indicó Serrahima, quien sin embargo quiso dejar claro que «no es una reivindicación para que vuelvan los pájaros, sino para recordar que en La Rambla había pájaros». Por su parte, Fermín Villar, presidente de la Associació d’Amics de La Rambla, indicaba que «igual que con la Fiesta del Rosal que celebramos en octubre para reivindicar la flor, ahora queremos rendir homenaje a otro activo que había en el paseo y que ha desaparecido por normativa».

Para ello Serrahima ha optado por un diseño figurista, «que todo el mundo pueda entender». Así, un total de 462 pájaros creados a partir de tubos de neón de luz cálida alumbrarán todo el paseo, desde Canaletas hasta Santa Mónica, desde los árboles.

Los pájaros representados pertenecen a seis especies distintas, todas ellas vinculadas a la ciudad: el gorrión por su cotidianidad, el mirlo por su presencia en los parques de Barcelona, la gaviota por la proximidad al mar; el loro como especie inmigrante integrada en la ciudad y el búho por su nocturnidad.

Así, de los 84 árboles del paseo engalanados, 42 de ellos cuentan con cuatro pájaros en sus ramas, todos ellos inmóviles, y otros tantos sostienen siete aves cada uno, ya que a los cuatro inmóviles se suman tres gaviotas -una posada en la rama, otra con las alas extendidas y la última, volando- que, gracias a un efecto lúminico, representan a un pájaro emprendiendo el vuelo.

Implicación de todos

En proyecto ideado por Serrahima contemplaba además la ubicación de esos pájaros de luz en la fachada del Gran Teatre del Liceu, así como en la Boquería, simulando que entraban al mercado volando, sin embargo, el retraso en el proceso de solictud y trámite de la licencia correspondiente no ha hecho posible llevar a término esa idea.

En cualquier caso, el coste final del proyecto, muy similar al del año anterior, es de 56 mil euros, que corre a cargo de las arcas municipales y de los comerciantes del paseo, aunque no de todos. En este sentido, el presidente de la Associació d’Amics de La Rambla , Fermín Villar, lamentaba ayer que «el alumbrado cuenta con el apoyo económico de la mayoría de comerciantes del paseo, pero aún hay algunos que se benefician del esfuerzo económico de otros sin aportar nada».