
Literatura
La risa de las mujeres suena mejor
La escritora Sofía Rhei presenta «Róndola», una sátira de los cuentos de hadas y el género fantástico que pone patas arriba las convenciones de la princesa en apuros.

La escritora Sofía Rhei presenta «Róndola», una sátira de los cuentos de hadas y el género fantástico que pone patas arriba las convenciones de la princesa en apuros.
A veces, la mejor literatura nace de la indignación, como un impulso eléctrico en los músculos causado por el asombro y repulsa ante la estupidez. Los nervios saltan fuera de sus estructuras y se convierten en látigos que hacen que la persona levante las manos y empiece a escribir con furia y, por qué no, ganas de venganza. La escritora Sofía Rhei leyó una cita de Sigmund Freud que la dejó de piedra, una mohosa, herrumbrosa y fría. «A pesar de ser un hombre culto, con una mujer erudita, dijo que lo único que había aportado la mujer a la cultura era el tejido. Ahí nació la idea de parodiar la costura como patrimonio cultural femenino y de paso realizar una sátira amable del género de la fantasía, quizá el más enquilosado de clichés machistas», comenta Rhei.
El resultado es la sorprendente y vivificante «Róndola» (Minotauro) un cuento de hadas sin concesiones, con una desbordante imaginación y un humor absurdo y perspicaz para dejar en ridículo a todos aquellos hombres gallo que creen que los príncipes, elfos, enanos y hechiceros inventaron la literatura fantástica. «Parece que no lo puedas decir, porque sus fans te apedrean, pero nunca he podido entrar en Tolkien, principalmente por la carencia de personajes femeninos», reconoce la novelista y poeta.
El que sí le gusta y mucho es Terry Pratchett, el creador de la saga de Mundodisco, a cuyos libros siempre vuelve y del que, asegura, «siempre que tengo fiebre, cojo uno de sus libros y me meto en la cama y por algún efecto pawloviano siempre me baja la fiebre». «Róndola» es así una especie de Mundodisco, un universo en sí mismo en el que es una delicia perderse.
El libro nos presenta a la joven princesa Hereva de Tertius, a punto de graduarse en la Academia Superior de Costura para Damiselas Impecables, y a la espera de que sus padres le presenten a su futuro esposo. A partir de aquí, la historia viajará en múltiples direcciones, apareciendo múltiples y estrafalarios personajes que poco a poco le harán cambiar su visión de su propio destino. Brujas, dragones, bestias polimórficas, libros cuervo o gente ortiga pasearán sus particularidades en un mundo regido por el número once, con su propio calendario y geografía. Y sí, hay mapa propio del mundo para que el lector tenga una guía hacia donde se encamina. «Siempre me han gustado los libros a los que puedes volver,q ue crean una realidad tan particular que te encanta perderte dentro, y es lo que he intentado hacer aquí», señala la escritora
Seis años de trabajo
El libro, por tanto, también tiene un fuerte contenido ideológico o político, más allá de la defensa de la mujer y la necesidad de liberarse de cualquier definición que no haga ella misma. Esto incluye el sexo, muy presente en la historia de esta Hereva. «El libro también es un canto a favor de la amistad, que me sirve como metáfora política. En la amistad, el afecto hace que uno se esfuerce en ponerse en la piel de otro y busque pactos con personas que tal vez piensen diferente que tú. Ese ejecicio debería ser la base de toda la vida política», comenta Rhei.
La escritora se ha pasado los últimos seis años sumergida en este mundo, tan complejo que le ha hecho crear una auténtica base de datos, casi enciclopédica, de todos sus detalles para que nada se escape del plan inicial. Si los lectores se apuntan, asegura que este mundo, tan rico, tendrá continuación. Esperemos que así sea. Mientras tanto, la autora ya piensa en su próxima novela, esta vez de ciencia ficción. «Para mí es el género superior de la literatura, el que exige más y da más recompensar al lector», dice.
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