Exposición

La tragedia tiene ojos

El fotoperiodista Manu Brabo, Premio Pulitzer en 2013, presenta su primera exposición individual con 70 imágenes de las guerras de Siria, Egipto o Irak.

El eje principal en el que se apoya la exposición es el drama del flujo de los refugiados.
El eje principal en el que se apoya la exposición es el drama del flujo de los refugiados.larazon

El fotoperiodista Manu Brabo, Premio Pulitzer en 2013, presenta su primera exposición individual con 70 imágenes de las guerras de Siria, Egipto o Irak.

La guerra tiene sus ruidosos ecos, pero la mayoría de las veces no se oyen, se pierden en la distancia y se silencian o quedan disfrazados en números y estadísticas que deshumanizan el horror y la barbarie. El trabajo de los reporteros de guerra y los fotoperiodistas se convierte así en esencial, no por la necesidad de ir «detrás de la noticia» o por conseguir imágenes morbosas e impactantes, sino para que nadie olvide que estas cosas no le ocurren a entelequias, sino a hombre, mujeres y niños reales, personas que merecen una respuesta, una salida o como mínimo algo tan básico como empatía.

El fotoperiodista Manu Brabo, premio Pulitzer en 2013, es uno de estos valientes que confieren realidad a los ojos del mundo de estas tragedias, a veces en rincones tan olvidados del mundo que la mayoría mira con desgana. Ya sea en las guerras de Libia, Siria, Egipto o Irak, el fotógrafo, siempre huyendo de la truculencia morbosa de la sangre, ha intentado hacer física y emocional unas tragedias a las que millones de personas se ven obligadas a revivir cada día.

En el centro del mal

La Sala Polivalente del Mercat de la Florida en L'Hospitalet de Llobregar acoge ahora la primera exposición individual de este valiente fotógrafo con la muestra «Un día cualquiera». A través de 72 fotografías nos adentramos en el corazón de su trabajo basado en el coraje de no querer nunca mirar a otro lado y obligar al mundo a reconocer el mal y ¿reaccionar contra él? Quizá todavía no, pero el trabajo continúa.

Brau reconocía ayer que la exposición contiene imágenes bastante fuertes, pero que su intención es precisamente la contraria, que la gente no aparte la mirada y se marche «tocada, quemada y con rabia con ganas de dejar de ser un ciudadano pasivo ante la adversidad ajena, sino alguien que sienta la nececisdad de una respuesta activa», señaló.

La parte central de la exposición ayuda a dibujar el drama del flujo de los refugiados. Para Brabo, ante este conflicto no se puede cerrar fronteras sin más. Tampoco ser tan irresponsables como dejar estos flujos de personas sin supervisión, sino que se requiere un control que debe involucrar a mucha gente con soluciones integrales y no parches.

Sobre el título de la exposición, Brabo señala que ha buscado mostrar la idea de que el terror del conflicto se convierta en cotidiano, con ciudadanos que se ven obligados a hacer una vida normal en medio de la guerra, con el contraste que esto significa con la acomodada vida occidental. Cita, por ejemplo, a las mujeres que deben cruzar las calles asestadas de francotiradores, o que «hacen la cola del pan sabiendo que se las pueden cepillar en cualquier momento». También ha visto, por ejemplo, a niños que juegan a fútbol en medio del conflicto, todos ellos son gestos heroicos, avisando que nadie está exento de vivir un día cualquiera inmerso en un conflicto.

DÓNDE: Sala Polivalente del Mercat de la Florida en L'Hospitalet de Llobregat.

CUÁNDO: Hasta el 25 de marzo.

CUÁNTO: entrada gratuita.