Cataluña

Las maniobras de Podemos en Madrid sacuden el mapa catalán

El partido de Iglesias y el PDeCAT estudian la conveniencia de sumar sus intereses

El líder del PP catalán, Xavier García Albiol, acompañado de Alberto Fernández, Andrea Levy y Alicia Sánchez-Camacho, encabezó ayer en el barrio de la Barceloneta la campaña «La Cataluña valiente»
El líder del PP catalán, Xavier García Albiol, acompañado de Alberto Fernández, Andrea Levy y Alicia Sánchez-Camacho, encabezó ayer en el barrio de la Barceloneta la campaña «La Cataluña valiente»larazon

El partido de Iglesias y el PDeCAT estudian la conveniencia de sumar sus intereses.

Pablo Iglesias no tiene ninguna opción de ganar la moción de censura anunciada contra Ma-riano Rajoy, pero no es lo mismo salir derrotado en el Congreso con los únicos votos de Podemos que sumar algunos otros apoyos. De momento, Iglesias ya cuenta con los votos de ERC y ahora intenta trabajarse los del PDeCAT. «Valoraremos los pros y los contras de la moción de censura de Podemos, teniendo en cuenta que en estos momentos nuestro objetivo es poder explicarnos y contribuir a que se celebre un referéndum en Cataluña», afirmó ayer la vicepresidenta del PDeCAT, Neus Munté.

Los podemitas están poniendo mucho de su parte para atraer al PDeCAT. La pasada semana, el Ayuntamiento de Madrid –gobernado por Manuela Carmena– confirmó la cesión de un espacio en el Palacio de Cibeles para que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pueda dar una conferencia sobre el referéndum soberanista el próximo 22 de mayo. Y no sólo eso: el propio Iglesias avanzó que acudirá en persona a escuchar las palabras de Puigdemont.

«Estamos convencidos de que el planteamiento mayoritario y transversal que existe en Cataluña respecto a la convocatoria de un referéndum merece una respuesta por parte del Gobierno y del PP. Esta respuesta no puede ser un no permanente, sin entrar a negociar ni a dialogar», dijo Munté en alusión a las pretensiones de Puigdemont con su conferencia en Madrid.

Lo cierto es que el lugar escogido continúa trayendo cola, ya que la intención inicial de Puigdemont era usar un salón del Senado, algo que fue rechazado por la Mesa de la Cámara alta, que, emplazó al presidente de la Generalitat a comparecer ante la comisión general de comunidades autónomas. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, insistió ayer en que hubiera preferido que Puigdemont acudiera al Senado para permitir un debate posterior.

En declaraciones a los medios durante una visita a las fiestas de primavera de Sant Feliu de LlobrÅgat (Barcelona), Iceta opinó que la convocatoria servirá de poco si la propuesta que plantea Puigdemont va en la línea de lo que se ha expuesto hasta ahora, es decir la convocatoria de un referéndum de autodeterminación. «Todos los catalanes y todos los españoles saben que no se dan las condiciones para un referéndum de independencia», subrayó Iceta, que apuntó que no ha recibido ninguna invitación a la charla, y no precisó si algún diputado del PSC tiene previsto asistir. El líder de los socialistas catalanes insistió en que «éste ya no es un momento de conferencias», sino que «es un momento de negociación y de diálogo».

Las maniobras de Podemos no han pasado desapercibidas. «Yo le pido al señor Iglesias que no añada más líos al desafío independentistas porque lo que hace falta ahora es que vayamos juntos y unidos para hacerle frente», dijo ayer la vicesecretaria de Estudios del PP, Andrea Levy. La dirigente popular también pidió a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que «no abra las puertas a aquellos que quieren separar» y advirtió, asimismo, a Puigdemont de que «no va a encontrar nunca en la ruptura y en la separación» al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Pero los podemitas no piensan renunciar a los réditos que les ha dado hasta ahora en Cataluña su postura favorable al referéndum de autodeterminación. Al fin y al cabo, su apuesta les ha permitido obtener la victoria en Cataluña en las elecciones generales y situarse en una ambigüedad que, por el momento, los electores no están castigando.

El interrogante es saber si la alianza entre Podemos y el PDeCAT –aparentemente llena de contradicciones– puede tener algún recorrido.