Educación

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Leo Farache, director de Gestionando hijos
Leo Farache, director de Gestionando hijoslarazon

Leo Farache, director de Gestionando hijos, proyecto que se enmarca en la iniciativa «Educar es todo», asegura que «hay que dotar a nuestros hijos de autonomía, mientras vivimos en una sociedad sobreprotectora»

–¿Todo el mundo está capacitado para aprender a educar a sus hijos?

– Sí, por lo menos para aprender a educar mejor a sus hijos y para ello hacen falta dos condiciones necesarias. Una de ellas es la conciencia educativa, la otra, la ilusión. Pero es cierto que estas condiciones no se dan siempre; la eficacia educadora no es tan fácil ni tan evidente

–¿Qué es educar a un hijo en una sociedad como la nuestra? ¿Cuáles son las claves de una buena educación?

– La educación, como todas las cosas importantes de la vida, está llena de condiciones necesarias y ninguna de ellas suficiente. Por mencionar alguna clave de una buena educación diría el dotar a nuestros hijos de autonomía, mientras que hoy en día estamos en una sociedad hiperprotectora; la humildad y el aprender de nuestros hijos desde que son muy pequeños; otra condición necesaria es el humor, sobre todo durante la adolescencia de los hijos; y otra es la empatía, que es ponernos en el lugar de quien estamos educando. Con estas cuatro sencillas y, al mismo tiempo, complicadas herramientas podemos tener una receta para educar mejor a nuestros hijos. Y respecto a una definición de educar yo diría que educar es un alimento para toda la vida, un alimento para que nuestros hijos puedan desenvolverse en la vida y ser más felices

-Usted ha hablado de conciencia educativa e ilusión. ¿A qué se refiere? ¿Cómo pueden cambiar la educación estos dos aspectos?

– La conciencia es el momento en el que estamos relacionándonos con nuestros hijos y tomamos conciencia que, cuando le estamos explicando algo o contando un cuento, eso tiene consecuencias para ellos. Tomar conciencia es enormemente bello y nos permite alimentar una ilusión. Si todos los días fuéramos a casa y, por muy cansados que estuviéramos, tuviéramos esa conciencia e ilusión, se nos plantea como un reto que quizá de otra manera sería solo inercia. Con conciencia e ilusión somos agentes educadores activos y disfrutamos mucho más de la educación, con lo que mejora nuestra eficacia educativa . Nosotros, desde Gestionando Hijos, hablamos del apasionante viaje que es la educación y lo que nos hace falta son algunas ideas para desarrollar ese viaje, ese mapa, de forma más efectiva.

–Entonces, por lo que dice, ¿hemos de entender que de forma natural no solemos tener esa consciencia educativa e ilusión?

– La verdad es que cuando tenemos hijos abordamos la educación aún con cierta inercia, aunque cada vez hay más conciencia en lo social por preocuparnos y ocuparnos más de la educación de nuestros hijos. En este sentido, podríamos distinguir dos grandes grupos: aquellos que quieren disfrutar educando y entonces descubren herramientas e información que les permite actuar mejor en esa función, y otros que leyendo o informándose tanto quieren hacerlo perfecto. Pero las familias tenemos que reivindicar nuestro derecho a no ser perfectas, ya que la normalidad también es una atributo más que recomendable para las familias y la vida en general.

– ¿Es más difícil ser padres hoy en día que hace unos años o las dificultades son las mismas?

– Es más difícil en el sentido que la sociedad, nosotros, estamos más ocupados haciendo otras cosas. Vivimos en una sociedad en la que el tiempo es un recurso muy limitado y estamos muy pendientes atendiendo muchas cosas que pasan a nuestra alrededor y cuando tenemos esa ilusión y esa conciencia ponemos el foco, la atención, en lo que hacemos. Por una parte, esa es una dificultad, pero en cambio la sociedad tiene más herramientas e ideas para educar, así como más conciencia de que queremos educar bien a nuestros hijos. A lo mejor es que hemos de aprender de nuestros padres algunas cosas y usar las herramientas que tenemos ahora a nuestra disposición. Hoy los profesores son mejores profesores, las escuelas son mejores escuelas, los padres por lo general tienen más ganas de educar a sus hijo, por lo que parece que algunas partes de la ecuación son muy favorables. Y además hemos de mandar un mensaje positivo; eliminar esa corriente de preocupación por la corriente de disfrutar.

– ¿Qué peso tienen los padres y cuál tiene la escuela en la educación de los niños y es necesario que interactúen juntos?

–Los padres tienen un peso muy importante. Según algunos estudios, dos terceras partes de la influencia que reciben los niños viene de los padres, pero lo que realmente funciona bien es que la escuela y los padres trabajen en equipo. Otro factor importante que no has mencionado es el ambiente educativo, ¿cómo educa la sociedad?. Si las empresas piensan en sus empleados, a parte de como un factor productivo como un agente educativo, y les ayudan a educar eso va a ayudar al éxito educativo

– ¿Qué grado de importancia tiene que padres e hijos trabajen en equipo para el buen desarrollo del futuro adulto?

- Muchísimo. Cuando preguntas a profesores cuál es el principal inconveniente de su profesión, muchos dicen que les encanta su trabajo pero que lo que menos les gusta es la relación con los padres y esto no puede ser. Además, creo que cada uno de nosotros deberíamos preguntarnos qué más podemos hacer por la escuela y por los profesores. Dado que tanto padres y profesores queremos lo mejor para los niños, el no trabajar en equipo es una disfunción social. Y visualizando esta realidad, desde Gestionando Hijos nos pusimos en contacto con 16 expertos en educación y les preguntamos qué recomendarían a padres, madres y profesores y a partir de ahí nosotros proponemos once puntos de actuación como, por ejemplo, no criticar a los profesores, y menos aún delante de nuestros hijos o no hacer los deberes de nuestros hijos; mientras que en cuanto a los profesores, la máxima debe ser «querré más a mis alumnos que a la asignatura» y además, deberían coordinar con el resto de profesores la carga de deberes. Por último, es muy importante que los profesores tengan un reconocimiento social.