Exposición
L'Hospitalet reivindica el mito de Barradas
Una exposición rememora el legado pictórico dejado por el artista uruguayo en la ciudad
El uruguayo Rafael Pérez Barradas fue uno de los puntales de la revolución artística que tuvo lugar en Cataluña durante los años 20. Escenógrafo de éxito y uno de los pintores de mayor proyección en la escudería del galerista Josep Dalmau, fue en L'Hospitalet donde llevó esta labor, además de crear allí un punto de encuentro en el llamado Ateneíllo, un lugar por el que pasaron algunos de sus amigos, como García Lorca, Dalí o Gasch.
Con motivo de la celebración de la bienal Cataluña-Uruguay, desde hoy la Sala L'Harmonia de L'Hospitalet dedica una exposición en la que se analiza la relación del pintor con esta ciudad, reuniendo obra original del artista. Óleos y dibujos nos permiten conocer a un artista elogiado en vida por Torres-García o Gómez de la Serna, además de ser una influencia de peso en creadores como Dalí.
La muestra nos explica la manera de trabajar de un artista que se movió entre «ismos», como el cubismo o el constructivismo, creando un estilo propio. Pese a su prematura muerte, cuando ya estaba considerado como uno de los pilares de la parte artistíca de la Generación del 27, el legado dejado sigue hoy siendo importante.
Un buen ejemplo de ello es una de las piezas más sobresalientes de la exposición, un gouache sobre papel titulado «Barcelona», donde aparece la típica iconografía del artista, un juego de formas en el que los rostros son abocetados y se convierten en estáticas fisonomías. También representa las escenas urbanas, una obsesión plástica como tema que también trasladará a las telas realizadas en Madrid o L'Hospitalet. Es el artista callejero, aquel a quien le gusta pasear por tabernas y cafés, reflejando todo lo que sucede a su alrededor, desde borrachos a pobretones sedientos.
También resulta interesante un bodegón, una naturaleza muerta cubista, apunte a lápiz de lo que pudo haber sido un cuadro posterior. En él el artista nos invita a sentarnos en el mesa, ya preparada para los comensales. El dibujo es un sencillo juego de formas en el que Barradas se pone a la altura de otros pintores que emplean el café como excusa para su obra.
A lo largo de su breve vida, Barradas prestó su obra a diferentes causas, como la del teatro de la mano del empresario y dramaturgo –aunque luego se supo que era su mujer la autora de los textos–Gregorio Martínez y la actriz Catalina Bárcena. Otra rama de su creación fueron sus ilustraciones infantiles, algunas de ellas casi precedentes del cómic actual. La exposición presenta una de estas serie completas: el cuento «El caballo de copas», donde el pintor incluso realiza anotaciones para la posterior reproducción de sus originales. Es lo que él llamaba «es lo que entiendo por pedagogía o, mejor dicho, el vibracionismo llevado a la expresión infantil».
Un icono a la sombra de varios genios
Rafael Pérez Barradas fue testigo de la transformación artística que se vivió en los años 20. En Barcelona, estuvo al lado del poeta Joan Salvat-Papasseit, a quien llegó a retratar, además de ser un nombre importante en las míticas Galeries Dalmau del paseo de Gràcia. En Madrid, fue uno de los compañeros de la naciente Generación del 27. Pese a no vivir en la Residencia de Estudiantes, fue íntimo de Dalí, así como de Lorca y Buñuel, con quienes aparece fotografiado en esta imagen en el Madrid de 1923.
Dónde: Sala L'Harmonia de L'Hospitalet. C/Xiprerer, 22.
Cuándo: Hasta el 2 de junio.
Información: T. 933381396.
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