Los farmacéuticos estallan

Unos 2.000 farmacéuticos llenaron ayer la plaza Sant Jaume de Barcelona, frente el Palau de la Generalitat, para exigir al Govern que pague la deuda de 270 millones de euros. Este dinero corresponde al 70 por ciento de la factura de enero y del importe íntegro de noviembre y diciembre. El pago lo tendría que efectuar el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut). En la protesta, los farmacéuticos denunciaron la «posible asfixia por inanición» del sistema de dispensación de fármacos. Durante la concentración se leyó un manifiesto en el que el sector denunció la situación y reiteró que que peligra su capacidad para seguir dispensando medicamentos.

El presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña, Jordi de Dalmases, recordó que el citado manifiesto pide a la Generalitat que «asuma de una vez su responsabilidad». El escrito fue entregado al gabinete de Presidencia.

Tras el tercer retraso registrado en los últimos dos años en el pago de los medicamentos, De Dalmases insistió en que «ahora ya no es suficiente con las palabras». Las cerca de 3.100 farmacias de Cataluña cobran unos cuatro meses después de dispensar un fármaco, pese a que el convenio firmado con el CatSalut establece 35 días.

Insiste el manifiesto en que la Generalitat debería cumplir con su obligación, porque las farmacias están funcionando «más allá de lo que exige la profesión», en un sector en el que el fármaco «es un bien necesario y esencial para la ciudadanía». Esta concentración fue una de las tres medidas aprobadas en referéndum por los farmacéuticos para protestar contra los impagos de la Generalitat.