Estreno
Los robots recitan a Chejov en el Mercat de les Flors
Hay robots diplomáticos, como C3PO; capaces de matar a su propia sombra, como Terminator; entrañables y enanoradizos como Wall-E; o que se convierten en coches, como los Transformers. Pero todos estos ya han quedado anticuados, porque lo último en robótica es que sean actores, y de los buenos.
El Mercat de les Flors, dentro del Festival Grec, acoge hasta el 4 de julio «Las tres hermanas, versión androide», adaptación de Oriza Hirata, el gran renovador del teatro japonés contemporáneo, del clásico de Chejov. Aunque los seres humanos todavía son los que mueven la acción, dos de los actores de la obra son artificiales. El primero, un robot tipo R2D2 que interpreta a un juguetón y divertido mayordomo, y un androide, con aspecto humano, que interpreta a la hermana menor. «Queremos mostrar robots que consigan emocionar a la gente. Empezar a onseguir que nadie se siente intimidado por ellos, porque en diez años tendremos que convivir con ellos», afirma Hirita.
La obra es parte de Robot Theatre Project, que en los últimos cinco años han empezado a investigar la utilización práctica de la robótica en las artes escénicas, una forma más efectiva de mostrar los avances de esta tecnología al público que la mera exhibición en exposiciones científicas. «Un androide cuesta unos 100.000 euros. Es mucho más barato que un Porsche y pueden demostrar tener mucha más alma que algunos humanos», asegura Hirita.
La obra nos sumerge en una familia tipo japonesa y nos hace partícipes de su vicios y virtudes. En el montaje, la hermana pequeña decide desaparecer y su padre, un experto en robótica, construye una réplica tecnológica para consolarse. «Cuando se encuentran la persona real y su réplica, el espectador acaba por ponerse al lado del robot, es increible», asegura Ramon Simó, director del Grec.
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