El desafío independentista
Mas pide a PSC y ERC que se sumen a su gobierno de «supervivencia»
El president sostiene que su rumbo no ha cambiado y que apuesta por la consulta
Artur Mas no tiene intención de confesar que preside un gobierno débil, pero no le importa dejar su fragilidad en evidencia. El presidente de la Generalitat es consciente de que su acuerdo de gobernabilidad con ERC no le garantiza toda la estabilidad que querría. Teme perder en cualquier momento alguna votación en el Parlament y teme también no agotar la legislatura. Para no caer en esta situación, Mas lanzó ayer un llamamiento a ERC y PSC con el objetivo de sumarlos a un gobierno de unidad. «A Cataluña le convendría un Govern de amplio espectro ante la situación de emergencia de país y de supervivencia del autogobierno», manifestó el president en una entrevista en Rac 1.
Mas se cuidó mucho de poner en duda su acuerdo con ERC, a pesar de que Josep Antoni Duran Lleida pronosticó anteayer que los republicanos acabarán distanciándose de CiU. Según el titular de la Generalitat, el pacto con Oriol Junqueras «está funcionando razonablemente bien». Evitó de esta manera tensar la cuerda con Esquerra, a pesar de que ha sido incapaz hasta el momento de alcanzar un acuerdo de presupuestos y a pesar de las constantes advertencias de los republicanos, que no tienen inconveniente en amenazar a Mas con dejarlo sin cuentas por los recortes que planea en TV3.
El panorama, ciertamente, es sombrío para el Govern de CiU. Cuesta vislumbrar la celebración de la consulta de autodeterminación y cuesta imaginar que ERC sostenga durante cuatro años su apoyo a los convergentes debido a la indisimulable tensión que preside las relaciones entre Unió y Esquerra. Pese a todo, Mas asegura que su rumbo no ha cambiado y que las prioridades siguen siendo levantar económicamente a Cataluña, salvaguardar el estado del bienestar y ejercer el derecho a decidir.
El primer secretario del PSC, Pere Navarro, recogió el guante del presidente de la Generalitat de forma desconcertante para CiU. Aceptó la formación de un gobierno de unidad con una cortapisa: que Mas dé un paso atrás y que sea otro quien lidere la Generalitat. Se trata de una condición inasumible para CiU, que no se desprenderá de su líder hasta que concluya la legislatura.
Navarro quiso recordar, además, que él mismo ya se mostró partidario de formar un gobierno de unidad con la misma condición de retirar a Mas. «Algún miembro del Govern se lo tomó con cierta ironía», dijo el líder del PSC, reconfortado por el éxito de sus tesis.
El PP insta al president a romper con Esquerra
La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, celebró ayer, por una parte, la «rectificación» del presidente de la Generalitat, Artur Mas, después de haberse mostrado abierto al diálogo con el Gobierno, pero le pidió que rompa su acuerdo de gobernabilidad con ERC porque es papel mojado y no va a ninguna parte, ha alegado. «Celebramos que Mas haya optado por la hoja de ruta del PP, por dialogar con Mariano Rajoy, por hablar de financiación y por hablar del déficit. La política de la crispación no va a ninguna parte», sentenció Sánchez-Camacho, que calificó de fracaso el pacto CiU-ERC.
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