Mas suma otros 25,5 millones a la factura del gasto en elecciones

Artur Mas no sólo pasará a la historia como el president que ha llevado más lejos el desafío de la independencia, sino también como el que más dinero público dedicó a las citas electorales en menos tiempo. Se sabe que la democracia es cara, puesto que la apertura de unos 2.700 colegios electorales en Cataluña requiere la movilización de numerosos recursos, entre otros, la indemnización que hay que abonar a los ciudadanos que participan en las mesas.

La Generalitat comenzó ayer a prepararse para un nuevo gasto millonario, ya que dentro de cinco meses y medio (el 27 de septiembre) vuelve a haber una cita con las urnas. El Govern autorizó la transferencia de 25,5 millones al departamento de Governació para hacer frente a los gastos de las llamadas elecciones plebiscitarias, elevando así la factura del coste electoral que ha tenido que abonar en los últimos años.

Cada convocatoria se salda con un desembolso aproximado de unos 35 millones, puesto que al coste de las elecciones (unos 25 millones) hay que sumar el de la campaña (unos 10 millones). La cifra de 25 millones incluye aspectos como el masivo envío de papeletas a los colegios electorales, la distribución de aparatos electrónicos para procesar los datos y un largo etcétera de resortes que reclama la democracia.

El coste de la última campaña de las autonómicas en Cataluña se saldó con unos 8,5 millones de euros. CiU fue, una vez más, la formación que más dinero gastó (3.037.000 euros); el PSC invirtió 2.161.000 euros; el PP 1.950.000 euros; ICV y Esquerra unos 500.000 euros y Ciutadans, 200.000 euros.

A estos gastos hay que añadirles los 850.000 euros que supone el envío por correo de la propaganda electoral y el dinero público que se destina a pagar el operativo de cerca de 8.000 agentes movilizados en la jornada electoral. Estos servicios extraordinarios se retribuyen a razón de 120 euros por cada uno de los 2.718 colegios electorales. Estos servicios suponen un desembolso de 326.160 euros.

La suma es sencilla: 35 millones por cita y 8 millones del 9-N totalizan 78 millones de gastos.