Matrimonio: ¿una historia de amor?

Los griegos tenían a un Eros vulgar y un Eros celeste que les invitaba a amar, y se casaron. Los romanos, con su orden y sus leyes, también se casaron. Los cristianos tomaron el relevo, lo convirtieron en sacramento, y también se casaron. La aristocracia y la realeza buscaban engrandar su poder, y también se casaron. Los trobadores cantaban al amor cortés, a sus soñadas y puras amantes, porque ya se habían casado. Los románticos añadieron por fin el amor al matrimonio y se casaron, por supuesto. Los burgueses dijeron que sin dote, ni hablar, pero también se casaron. Las clases populares, con sus vestidos de novia negros, también contrajeron matrimonio, que dicho así parece como si fuera una enfermedad. Luego vinieron los hippies, que hablaron del amor libre y del divorcio libre, pero también se casaron, y no una, sino varias veces. Hasta que en 2007 se aprobó el matrimonio homosexual y por fin ya no había nadie que no se pudiese casar.

La evolución de la institución matrimonial es apasionante. El Museo de Historia de Cataluña dibuja ahora este recorrido desde la antigüedad a nuestros días en la exposición «T’estimo. Una història de l’amor i el matrimoni», un viaje apasionante, entre la antropología y la sociología, a los ritos amatorios de los seres humanos. «Estamos en un momento de cambio, de cuestionamiento de la institución, y nos pareció interesante mostrar cómo el concepto de amor y matrimonio ha tenido lecturas muy diferentes a lo largo de la historia», señalaXavier Roige, comisario de la exposición.

La muestra está llena de curiosidades fascinantes, como la placa del primer matrimonio civil, realizada en Reus en 1868 o un ejemplar del Concilio de Trento, en el siglo XVI, que dictaba que el matrimonio era de libre consentimiento, es decir, las familias no podían obligar a nadie a casarse, lo que provocó un gran número de matrimonios clandestinos. Ajuares, vestidos de novias, ejemplares de «Rommant de la Rose», del siglo XV, uno de los primeros ejemplos de novela erótica, hasta las puertas del famoso mueblé de «La casa blanca», que ejemplifica la hipocresía y doble moral de la sociedad burguesa de principios del siglo XX.

En la actualidad, el 40 por ciento de los matrimonios en Cataluña acaba en divorcio y el 30 por ciento de todos los casamientos son en segundas nupcias. La media de edad de las personas que se casan supera en mucho los 30 años y se gastan una media de 14.390 euros en su boda. Eso sí, la gente continúa casándose. Si los griegos lo hacían...

- Dónde: Museo de Historia de Cataluña. Pl. de Pau Vila, 3.

- Cuándo: Hasta el 22 de mayo.

- Tel: 93 225 47 00.