Máxima vigilancia a los cruceristas

BARCELONA- La capital catalana se ha convertido en los últimos años en la principal sede del Mediterráneo en lo que se refiere a cruceros. Los Mossos d'Esquadra son conscientes de ello, y, desde el año pasado, montan un dispositivo especial para combatir los robos a estos turistas, que en la mayoría de los casos llevan mucho dinero encima y disponen de una gran capacidad económica.

Los Mossos d'Esquadra, junto con la Policía Portuaria y la Guardia Urbana, han desplegado para esta campaña de verano un dispositivo para evitar robos a este colectivo. Barcelona se ha convertido en uno de los principales centros cruceristas de Europa, y este hecho no pasa desapercibido para muchas bandas de delincuentes.

El intendente responsable de la comisaría del distrito barcelonés de Ciutat Vella, Enric García Doñate, explica a LA RAZÓN que el dispositivo policial, destinado a los grandes cruceros que llegarán este verano a la Ciudad Condal, ha sido ideado pensando en el volumen de cruceristas. El dispositivo consiste en unos 20 agentes de los Mossos d'Esquadra, que se distribuyen por diferentes zonas, básicamente la Rambla, el Parc Güell y la Sagrada Familia. Para llegar a estos tres sitios, los cruceristas utilizan taxis y también autobuses turísticos, y es en sus paradas donde la Policía Autonómica pone la máxima atención.

El dispositivo es una mezcla de patrullas de los Mossos d'Esquadra que se desplazan en vehículos y agentes de paisano. Doñate explica que «muchos de los ladrones que roban a los cruceristas son reincidentes, gente ya conocida, y uno de nuestros objetivos es capturarlos siempre "in fraganti"». Este último caso es posible, como sucedió en la última operación importante de los Mossos. La Policía Autonómica desarticuló, el pasado mes de mayo, una banda de ocho mujeres de origen rumano que esperaban a los cruceristas para robarles en el metro cuando iban a desplazarse a los puntos turísticos.

Otro aspecto importante que apunta Doñate es el hecho de que Barcelona se haya convertido en la capital mediterránea de los cruceros ha provocado que la ciudad sea un imán para muchos ladrones de toda Europa.

Advierten los Mossos de que la mayoría de hurtos se dirigen hacia las carteras, dispositivos móviles y máquinas fotográficas de los turistas.