Memorias de 50 años de amistad con Clavé

La Galeria Joan Gaspar recuerda desde esta semana a uno de sus artistas predilectos, Antoni Clavé, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Para ello no han querido realizar una exposición antológica sino que han preferido mostrar al público la faceta más humana del pintor catalán. La muestra rescata cartas, fotografías o maquetas de catálogos realizados por el propio Clavé, un material con el que se quiere aportar una mirada inédita hacia el artista y el tiempo que le tocó vivir en compañía de la familia Gaspar, ya fuera en Barcelona, en su taller de Saint-Tropez o visitando a Picasso en La Californie. Son las memorias de un tiempo ya irrepetible.

Joan Gaspar y su esposa Núria Ridameya, en declaraciones a LA RAZÓN, apuntan que «a Clavé no le gustaban las exposiciones antológicas y se enfadó mucho cuando le dedicaron una con motivo de su 85 aniversario. Lo hemos querido recordar con el amigo que siempre fue; es a alguien que quería que le lleváramos a Saint-Tropez la coca en la verbena de San Juan o los tradicionales panellets en otoño».

Los Gaspar rememoran que pese a la fama y al prestigio logrado en los años de profesión, Clavé «siempre estuvo nervioso cuando se inauguraba una exposición porque sufría mucho. Permanecía en la galería, en un despacho encerrado. Si hubiera sido por él, habría continuado retocando los cuadros pese a estar colgados. Una vez le pillaron en un museo haciéndolo. Y es que estaba enamorado de su trabajo, aunque no tenía ningún cuadro suyo colgado en su casa».

Joan Gaspar conoció a Clavé en 1955 cuando el pintor volvió por poco tiempo a Barcelona. Llegó con un visado de entrada, pero los galeristas barceloneses le ayudaron a tener el papeleo listo para regresar a Francia. «Tuvimos siempre una gran amistad. Incluso fue nuestro padrino de boda, algo que nos pidió mucho antes de casarnos», recuerdan los Gaspar, que siguen guardando numerosas anécdotas, casi todas muy divertidas e ilustrativas del carácter del artista. «Un día, cuando aún jugaba en el Barça, vino a vernos Luis Figo porque se había quedado impresionado con un cuadro que teníamos en la galería. Cuando le dijimos el precio, nos dijo que eso es lo que costaba un apartamento en Portugal. No lo compró, pero Clavé le dedicó un catálogo y él se lo agradeció regalándole la camiseta oficial del centenario. Cuando se la llevamos a Saint-Tropez, se la puso y no se la quiso quitar en todo el día», recuerdan.

La pareja de galeristas también rememora la generosidad que siempre mantuvo Clavé: «Por su casa pasaba todo el mundo. Tenía como vecino a Karajan, el célebre director de orquesta. Un día fue a comer a casa del pintor y éste le dijo que dejara pasar al chófer que lo había traído porque "también es mi invitado"».

Cuándo: Hasta el 30 de abril. Dónde: Galeria Joan Gaspar. Pl. Dr. Letamendi, 1.

Información: Tel. 933230848.