Cataluña
PP, ERC y CDC pugnan por el votante descontento de C’s y PSC tras el pacto
Los partidos catalanes toman posiciones para batirse en duelo en unas eventuales elecciones generales en junio
Los partidos catalanes toman posiciones para batirse en duelo en unas eventuales elecciones generales en junio
Pedro Sánchez intentará hoy formar Gobierno dos meses y diez días después de las elecciones generales. No lo tiene fácil. Es el aspirante a presidente de Gobierno con menos apoyo en las urnas de la historia y el único que llega a la sesión de investidura sin tener cerrado un acuerdo que le garantice la elección en segunda vuelta. Tiene asegurados 131 votos (PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria). En primera vuelta, casi seguro, no logrará los 176 que requiere la mayoría absoluta. En segunda vuelta, esto es el viernes, pese a que puede hacerse con la investidura con una mayoría simple, tampoco lo tiene fácil. Podemos rechazó ayer la última oferta que le hizo Sánchez para favorecer su investidura. Empezará a correr entonces el plazo de dos meses para convocar nuevas elecciones si nadie se saca un conejo de la chistera como ocurrió en Cataluña a última hora y no se consigue investir presidente.
Con este horizonte, los partidos catalanes empiezan ya a mover sus fichas. ERC avisó de que volverá pescar en caladero socialista. El PSC tratará de recuperar posiciones en el área metropolitana, mientras que los populares atacarán a Ciutadans para que no vuelvan a robarles la mitad de su electorado, como sucedió en sitios como en Barcelona, en las municipales, o el 27-S. A CDC esta precampaña le pilla en el diván de psicoanalista analizando como se refunda.
El coordinador general del PP catalán, Xavier García Albiol, aprovechó el pacto PSOE-Ciutadans para atacar a Albert Rivera. Le acusó de renunciar a sus principios a cambio de un pacto de gobierno que le permita «tocar un poco de poder». Pensando en que Ciutadans y el PP en las últimas elecciones pescaron votos en caladero socialista gracias a un discurso más contundente que el del PSC en favor de la unidad de España, Albiol acusó a Rivera de renunciar a defender España en Cataluña por poder. Alegó las palabras de Carme Chacón este fin de semana, que apoyó un referéndum en Cataluña, en caso de que esta Comunidad Autónoma rechace una hipotética reforma de la Constitución.
Albiol también citó otras concesiones de Rivera al PSOE, en materia de inmersión lingüística, por ejemplo, caballo de batalla de Ciutadans. Y recordó que en campaña electoral prometió que «no» apoyaría a un «Gobierno de perdedores». Con la intención de recuperar a un electorado que deplora la independencia de Cataluña y que en anteriores citas electorales optó por Ciutadans, Albiol, astutamente, hizo ver que lamentaba que «Cataluña ha perdido –con el pacto PSOE-C’s– a uno de los grandes activos en la defensa de la unidad de España». Para reforzar su mensaje llamó a Ciutadans a rectificar y volver a la defensa de la unidad de España «la mejor forma de ganar a CDC, ERC y la CUP».
ERC, en cambio, acusa al PSOE de todo lo contrario, de virar hacia la defensa de España con su acuerdo con Ciutadans, con la intención de atraer al socialista de «alma» catalanista, si queda alguno que aún no se haya reconvertido. Un electorado al que CDC también ha echado el ojo.
El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, comentó ayer que ve al PSC vagando «como una alma en pena» por la política después de que sus líderes hayan aceptado pactar un gobierno con Ciutadans que «hace aún más regresiva la postura del PSOE respecto a Cataluña».
JxSí y la CUP ignoran los avisos y tramitan la ruptura
Montse ESPANYOL- Barcelona
Mientras España sigue con un Gobierno en funciones, el gobierno de Carles Puigdemont despliega con más discreción que Artur Mas la hoja de ruta soberanista. Aunque el Tribunal Constitucional ha suspendido las competencias en acción exterior de Raül Romeva, el conseller recibió ayer junto a Puigdemont al presidente de los liberales europeos, el holandés Hans van Baalen, en el Palau de la Generalitat. Hace tres años, Van Baalen, entonces presidente de la Internacional Liberal, pidió en un acto en Barcelona a Mariano Rajoy que aceptara un referéndum en Cataluña. CDC vende que los liberales europeos apoyan el derecho a decidir, aunque en su grupo en el parlamento europeo también hay diputados de Ciutadans.
Puigdemont está teniendo una intensa actividad diplomática. Hace dos semanas ofreció una recepción a los cónsules de Barcelona, a quienes pidió que pregunten a la Generalitat cualquier duda que tengan acerca del proceso. La semana pasada recibió a los embajadores de Eslovaquia y Suiza. Y ayer, después de Van Baalen, al de Canadá.
Por otro lado, hoy en el Parlament, Junts pel Sí y la CUP apoyarán en la reunión de la mesa que las tres leyes de desconexión del Estado –Transitoriedad Jurísica, Hacienda Pública y Seguridad Social–, se desarrollen vía ponencia conjunta con el resto de grupos parlamentarios. Ignoran así el informe de los letrados de la cámara catalana lo desaconsejaba porque el resto de grupos lo rechazan.
En su reunión de coordinación semanal, JxSí y la CUP acordaron el documento que presentarán hoy a la mesa, donde justifican su decisión de seguir adelante con esta fórmula, cuestionada por los juristas que alertaban de que si en las ponencias no participa el resto de grupos, puede considerarse un «acto arbitrario». Los soberanistas argumentan que se quiere limitar la ponencia conjunta «presumiendo un resultado final determinado» y que en cualquier ponencia legislativa la finalidad es «elaborar el texto de la proposición sin premisas». La ponencia seguirá adelante porque JxSí tiene mayoría en la mesa, pese a que podría vunerar la sentencia del TC sobre la declaración rupturista del 9-N.
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