Bruselas

Puigdemont queda en libertad tras declarar ante la Justicia belga

El ex president de la Generalitat rechaza entregarse a España y sigue con las medidas cautelares con las que ya contaba

Carles Puigdemont confía en la “separación de poderes” de la justicia belga
Carles Puigdemont confía en la “separación de poderes” de la justicia belgalarazon

El ex president de la Generalitat rechaza entregarse a España y sigue con las medidas cautelares con las que ya contaba

Cuatro días después de que el juez del Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, activara de nuevo una euroorden de detención contra Carles Puigdemont, el ex presidente de la Generalitat se presentó la noche del jueves ante la justicia belga de “forma voluntaria”. Tras tomarle declaración, el juez de instrucción lo ha dejado el libertad sin fianza esta mañana. En las próximas 48 horas, analizará si acaba dictando prisión provisional o le deja en libertad bajo medidas cautelares, tal y como ocurrió con las dos euroórdenes anteriores. Tiene la obligación de notificar una residencia fija, Waterloo, debe informar si tienen intención de abandonar el país y debe presentarse antes las autoridades judiciales belgas cuando se le requiera.

El mismo Puigdemont, a la salida de las dependencias judiciales belgas, ha declarado que el gesto de de acudir voluntariamente a la Justicia belga “era un paso que había de hacer”. “Voy a estar a disposición de la justicia belga para cuando se necesite y nos veremos seguro aquí, porque no voy a ir a otro sitio”, trasladó a los periodistas que los esperaban a la salida.

Puigdemont ya tiene fecha para presentarse ante el juez

Rechaza entregarse a España

Tal y como ha informado su abogado, Gonzalo Boye, y el mismo Puigdemont había expresado tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre el juicio del 1-O, que condena a penas de prisión a nueve a trece años a los 12 líderes catalanes por el referéndum y la declaración ilegal de independencia de 2017, al ex president de la Generalitat no le ha sorprendido que se reactivara la euroorden. El lunes, su abogado en Bélgica, Paul Bekaert, ya avanzó que su cliente no se escondería cuando las autoridaders del país recibieran la euroorden recobida por el Tribunal Supremo español. Esconderse, no se ha escondido, pero no sí ha rechazado entregarse a España.

Puigdemont matiza que está a disposición de la justicia belga, donde defiende que “hay una auténtica separación de poderes”. Alega que hasta que la sentencia ha sido firme, se ha acusado a los líderes del procés de una “falsa violencia” y que bajo el pretexto de la rebelión se habrían violado los derecho políticos de muchas personas.

Bekaert insiste en que Puigdemont está siguiendo todos los pasos oficiales que proceden tras la presentación de su orden europea de detención, aunque en vez de entregarse a la justicia española, lo ha hecho a la belga.

Un proceso que puede alargarse hasta Fin de Año

Ahora, la Fiscalía de Bruselas está a las espera de que la Justicia española entregue una traducción de la euroorden -al francés, alemán, flamenco o inglés- y los documentos anexos. Si no pasa nada raro, recibirá esta documentación la semana que viene. El siguiente paso será proceder a un análisis en profundidad. No será un trabajo rápido. La Fiscalía de Bruselas ya ha avanzado que el dossier exige un análisis jurídico en profundidad dada la complejidad del expediente y de las dos euroórdenes emitidas anteriormente contra Puigdemont.

El juez que instruya el caso deberá comprobar si los delitos a los que se acusa al ex presidente de la Generalitat, en este caso, sedición y malversación, existen también en Bélgica. Tras esta primera información, tanto Puigdemont comola Fiscalía tienen derecho a recurso. En el caso de que el Tribunal de Apelación no contente a ninguna de las partes, hay posibilidad de presentar otro recurso, esta vez ante la Corte de Casación. Todo este proceso se puede demorar tres meses.

Sedición y malversación

La petición del juez Llarena de detención y entrega se ha activado por los delitos de sedición y malversación, pero no por rebelión, como en anteriores ocasiones. Llarena se ciñe así la sentencia de su colega del Tribunal Supremo, Manuel Marchena.

Las dos primeras euroórdenes fueron desestimadas por las justicias de Bélgica y de Alemania. Pero Llarena alega que “a partir de las condenas pronunciadas contra los encausados no evadidos, permite constatar el riesgo de que a partir de ahora el prófugo Carles Puigdemont i Casamajó busque reforzar su huida refugiándose en países que no formen parte de la Unión Europea y, por tanto, que no hayan asumido el compromiso de cooperación que rige en la Unión Europea”.

En su auto, Llarena también subraya que en la Unión Europea “rige el principio de confianza en el funcionamiento de los Jueces y Tribunales de otros países y se cuenta con un procedimiento judicial simplificado y transfronterizo que facilita la entrega de los presuntos delincuentes que se establezcan en el territorio de un Estado miembro distinto de aquel en el que cometieron el delito, o distinto de aquel al que acuden a perpetrar su s acciones delictivas”.

Respuesta a los altercados violentos

A la pregunta sobre si condenaba los altercados violentos de las última cuatro noches en Cataluña, Puigdemont ha respondido a la salida de la Fiscalía de Bruselas que “siempre, siempre” se ha manifestado en contra del uso de la violencia.