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Política
SI pierde su única alcaldía en Gallifa tras una moción de censura de CiU
Unos 300 militantes persiguieron y abuchearon a los ediles convergentes
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Solidaritat Catalana per la Independencia (SI) perdió ayer la única alcaldía que ostentaba en Cataluña, la de Gallifa (Barcelona), un pequeño municipio del Vallès Occidental, y lo hizo de muy malas maneras. Unos 300 militantes de la formación independentista se concentraron a las puertas del Ayuntamiento para increpar a los regidores de CiU que propiciaron la moción de censura.
El hasta ayer alcalde, Jordi Fornas, de Solidaritat, denunció que la dirección convergente impulsó la moción para torpedear su activismo independentista, mientras que su sustituto en la alcaldía, Mateu Sobregrau, negó las acusaciones. No obstante, lo cierto es que la moción ha sido posible gracias a la renuncia de uno de los concejales de SI. Dado que Gallifa es un municipio con sistema de listas abiertas (por ser menor de 250 habitantes), la vacante de una concejalía se cubre con el siguiente concejal más votado sin consideración de la afiliación política. De esta manera, la composición del Consistorio pasa de tres concejales de SI y dos de CIU a tres concejales de CiU y dos de SI, modificando el equilibrio de mayorías de forma matemática.
Escoltados por los Mossos
En cualquier caso, los concejales de CiU fueron sorprendidos por unos 300 militantes del partido independentista, encabezados por su dirigente Alfons López-Tena, a la salida del pleno par increparlos. Los regidores tuvieron que escuchar gritos de «fascista», «vendido», «chorizo», «ladrón» o «español de mierda». «No te dejaremos vivir en el pueblo», les espetaron, según explicó el portal E-Noticies. Tampoco dudaron en añadir alusiones despectivas y ofensivas a su familia. Necesitaron protección policial de los Mossos d'Esquadra para abandonar las dependencias municipales. Todo lo contrario que el alcalde saliente, Jordi Fornas, tratado como un héroe. El dirigente de Solidaritat salió del Consistorio ovacionado, pasillo incluido, y aseguró que «esto no es una derrota» y que «a partir de ahora se verá quién de verdad quiere la independencia».El nuevo alcalde de CiU, Mateu Sobregrau, insistió en que la moción se ha presentado «exclusivamente en clave interna», y argumentó que el equipo de gobierno «no conseguía mayorías» para aprobar sus iniciativas y que ha sido incapaz de aprobar los presupuestos de este año.
Contra la legalidad
El ex alcalde protagonizó recientemente una polémica con la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, al tratar de burlar la Ley de Banderas situando una minúscula bandera española en la fachada del Ayuntamiento. De hecho, la delegada interpuso una demanda contra el Consistorio por considerar que la opción adoptada no da un estricto cumplimiento a la legalidad, ya que la norma indica que, cuando los ayuntamientos utilicen sus propias enseñas, lo harán junto de la bandera de España, que ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor.
Otras iniciativas del ex alcalde independentista han sido la de situar Gallifa como el primer Ayuntamiento en practicar la soberanía fiscal y la de impulsar una moción en la Asociación de Municipios por la independencia (AMI) para que los consistorios adheridos aportaran sus tributos a la hacienda catalana.
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