Exposición
Tintín aterriza en el CosmoCaixa para celebrar los 50 años de la llegada a la luna
La megafauna invade el museo esta nueva temporada. De enero a septiembre, la exposición permanente se reinventará para adaptarse al entorno digital.
La megafauna invade el museo esta nueva temporada. De enero a septiembre, la exposición permanente se reinventará para adaptarse al entorno digital.
La luna ha fascinado siempre al hombre. La mitología griega la convirtió en diosa y le dio nombre de mujer, Selene, que quiere decir luz. Los romanos la rebautizaron como Luna y este es el nombre que se le quedó al único satélite que tiene la Tierra. Antes de que Galileo la observara por primera vez con un telescopio construido por él mismo en 1609, la humanidad ya soñaba con pisar la luna. Tres excéntricos personajes a los que dio vida Julio Verne la rodearon subidos a un proyectil en 1865 en «Alrededor de la Luna». Pero el primero en pisarla fue Tintín, 17 años antes de que lo hiciera un hombre de carne y hueso, Neil Amstrong. En 2019, se cumplen 50 años de esta primera misión tripulada y para celebrarlo, el Cosmocaixa presentará en diciembre una exposición creada para la ocasión en colaboración con el Musée Hergé, el padre de Tintín.
Neil Amstrong, que hasta la fecha es el único humano que ha pisado la luna, dice que «es un lugar interesante para estar», pero como hasta ahora no existe ninguna línea de autobús que cruce el espacio sideral, el CosmoCaixa ha recreado el viaje a la luna con una exposición en la que, sin dejar el rigor, mezcla el mundo fantástico de Tintín con el conocimiento científico. «Tintín y la luna, 50 años de la primera misión tripulada», es una de las exposiciones más esperadas de la programación 2018-2019 del CosmoCaixa.
La directora general adjunta de la Fundación Bancaria «La Caixa», Elisa Duran, decía ayer en la presentación de la nueva temporada del CosmoCaixa, que el museo sigue fiel a la filosofía que legó el que fuera su director durante más de dos décadas, Jorge Wagensberg: «Queremos que la gente salga del museo con más preguntas que cuando entró». Para que los visitantes se pregunten más cómo y menos por qué, la muestra acogerá módulos interactivos, documentos sonoros y gráficos del Apollo 11. También habrá dibujos originales de los dos cómics de Hergé que hablan de la luna: «Objetivo: la luna» y «Aterrizaje en la luna», además de piezas como el famoso cohete rojo y blanco. Cómo es la vida en la luna o qué avances significaron para la sociedad la llegada a la luna son algunas de las respuestas que ofrece la exposición.
El mundo que existía antes de que el primer homo pisara la Tierra despierta la misma fascinación que el universo. La muestra es que la exposición más visitada el año pasado fue la que mostraba el esqueleto de una tiranosaurus rex a la que pusieron el nombre de T-Rex. Y ya se sabe que cuando se pone nombre a un bicho, se le coge cariño, aunque fuera capaz de devorar a un hombre en una centésima de segundo. Un total de 379.000 personas visitaron a la T-Rex, recordó el director del Área de Divulgación Científica y CosmoCaixa, Jordi Portabella.
El año pasado el CosmoCaixa batió récord de asistencia, superó la barrera del millón de visitantes. Es el segundo museo más visitado de la ciudad tras el Picasso, con la diferencia de que sólo uno de cada diez visitantes es turista. La heredera de la T-Rex será la exposición «Sables y Mastodontes. La Megafauna del mioceno». «¿Sabíais que hace 9 millones de años, en la Península Ibérica vivían mastodontes y grandes depredadores?», preguntó Portabella. Antes de que el hombre apareciera en la Tierra, hace 2 millones de años, cuando había dinosaurios y la Península Ibérica tenía otra forma y otro clima, había grandes mamíferos. En el Cerro de los Batallones, cerca de Madrid, quedaron atrapados muchos de estos «mega animales». Y gracias a esta trampa natural se recuperaron muchos fósiles que permitieron reconstruir el ambiente de la época. La exposición mostrará 160 piezas, algunas como los cráneos de tigres con dientes de sable, que dejará alucinado al público infantil, el 19% de los visitantes.
Reconciliarse con la matemáticas
La exposición más atrevida es «Espejos. Dentro y fuera de la realidad». Con «Alicia en el País de las Maravillas» como anzuelo, invita a cruzar al otro lado del espejo para reflexionar sobre la realidad y aprender matemáticas. Resulta que la asignatura con más detractores es fudamental para poder explicar qué es lo que refleja un espejo.
Desde el compromiso de divulgar la ciencia y despertar vocaciones científicas, esta temporada va acompañada de una amplia oferta de actividades. El director del CosmoCaixa, Lluís Noguera, destacó el «Spherium», una novedad del planetario que propone buscar un planeta habitable por el espacio y «tiene una sorpresa final». También avanzó que se renovará el área permanente que ocupa el espacio central con motivo del 15 aniversario. Entre enero y septiembre, se reinventará este espacio sin alterar las actividades para adaptarse a la era digital.
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