Cataluña
Todos buscan musicales por Navidad
De «Moustache» a «Sugar», la cartelera teatral empieza a calentar motores con mucha música para celebrar estas fiestas
Lisa Randall es física teórica, experta en física de partículas y cosmología, pero canta fatal. No hay que tenérselo en cuenta, nadie es perfecto.
Lisa Randall es física teórica, experta en física de partículas y cosmología, pero canta fatal. No hay que tenérselo en cuenta, nadie es perfecto. «La religión y los musicales funcionan mejor con enérgicos y comprometidos creyentes. El cinismo y la imparcialidad hubiesen destruido la magia, algo que también hubiese pasado con la religión», dijo Randall. ¿Hubiese acabado con los musicales también? Dios mío, sí. Puede que Randall lo dijera con cierto resentimiento por no saber cantar, quizá sí hay que tenérselo en cuenta, pero tenía razón. Hay una extraña unión entre la religión y los musicales, y el público de ambos. Por fin una explicación científica a por qué, cuando se acercan las Navidades, la cartelera teatral se llene de estos euforizantes y mágicos montajes.
Por supuesto, continuarán los éxitos que se estrenaron este otoño, como la última maravilla de Dagoll Dagom, «Scaramousche», en el Teatre Victoria hasta el 1 de enero; o «Gente bien», el primer musical propiamente dicho de La Cubana, que llenará el Teatre Coliseum hasta el 22 de enero. También habrá reencuentros con éxitos de temporadas pasadas, como el regreso al Teatro Nacional de Cataluña (TNC) de «Molt soroll per no res», la hipnótica mezcla de William Shakespeare y Cole Porter. O el retorno de una de las sorpresas de 2015, «Sugar o ningú es perfecte», la adaptación musical de la película «Con faldas y a lo loco», que volverá al Eixample Teatre hasta el 8 de enero, con 15 intérpretes y cinco músicos en directo. Y, como no, regresará «El petit Príncep» al Barts.
El último musical que se añadirá a nuestra cartelera navideña es «Moustache: The Rythm Musical Comedy», que el 13 de diciembre llenará el Teatro Apolo de claqué y magia. Coco Comín crea y dirige un espectacular historia original que nos traslada al Londres de principios del siglo XX. Allí nos encontraremos con un pequeño teatro que ofrece espectáculos destinados para la clase obrera, pero sólo para aquellos caballeros que tengan bigote. Siete actores/cantantes, ocho bailarines, música en directo y más de 500 vestidos conforman una espectacular puesta en escena creada por Paco Azorín. Todos los elementos están ahí para que los «enérgicos y comprometidos creyentes» disfruten.
Otro musical que llega a las carteleras es «El despertar de la primavera», basado en una obra de Frank Wedekind, con música y letras de Duncan Sheik y Steven Sater. El Teatre Gaudí acoge hasta el 8 de enero un musical que nos habla del primer amor y la angst adolescente. Éxito del off Broadway que se expandió por todo el mundo, ahora llega con dirección de Marc Vilavella y quince intérpretes en directo.
Además, tendremos el regreso para el público más pequeño de «Geronimo Stilton: gran retorn a la fantasia». El Condal acogerá a partir del 2 de diciembre un montaje dirigido por Lluís Danés. Aunque el que mejor ejemplifica este cruce perfecto entre religión y musical es «Conte de tots sants», adaptación del mítico «Cuento de Navidad», ahora en el Maldà.
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