El desafío independentista

Un antidisturbios destinado en Barcelona: "A mi mujer la tengo engañada, le digo que soy el que conduce"

Sobre los CDR asegura que son "verdaderos psicópatas, buscan hacer daño, se las saben todas, les disparas goma y les da igual, solo buscan destruirte"

Policías antidisturbios durante la batalla campal del viernes en Barcelona/Foto: Ap
Policías antidisturbios durante la batalla campal del viernes en Barcelona/Foto: Aplarazon

El diario digital H50 ha publicado la carta de un Policía Nacional que se encuentra prestando servicio en Barcelona, en la que denuncia la brutalidad de los independentistas durante las manifestaciones de los últimos días en la Ciudad Condal en las protestas por la sentencia del "procés". En la misiva, el antidisturbios asegura que lleva 15 años en estas unidades, que trabajó durante el 15-M, en partidos de fútbol complicados, en el dispositivo organizado por la visita del Papa, pero nunca había visto "nada igual"a lo que está viviendo en Barcelona.

En cuanto a los violentos que han sembrado el caos en la ciudad, este agente los define como "verdaderos psicópatas, buscan hacer daño, se las saben todas, les disparas goma y les da igual, solo buscan destruirte", explica el agente en la carta enviada a H50.

A continuación asegura que los CDR están muy preparados, con cascos, ácidos, gasolina para barricadas, pelotas metálicas con tirachinas, piedras... "A un compañero, a mi lado, le rompieron el cúbito y radio del brazo, no paraba de gritar, tuve que meterle un pañuelo en la boca. Hoy me dijo que le tenían que operar por que no suelda el brazo", relata el policía.

En cuanto a su situación personal, explica: "Yo tuve suerte, recibí varias pedradas y alguna bengala me pasó cerca, como a todos, pero Dios no quiso que me rompieran nada". "Yo no tengo problema en trabajar 25 horas al día, pero quiero volver a ver a mi casa, tengo dos hijas, hablo con ellas todas las noches y con mi mujer, la tengo engañada, le digo que soy el que conduce", asegura en la carta.

La misiva termina con un reproche a la situación en la que se encuentran los agentes: "Que todo el mundo sepa que amo a las unidades, que las adoro, pero que últimamente ya no son lo que eran. Quiero trabajar, dar la cara, no me importa, pero a mi vuelta quiero estar con mi familia, que no me coloquen retenes absurdos y perdidas de tiempo... ahora he de dormir", se despide.