Barcelona
Una noche con Whitman y Wilde
Alberto García Demestres presenta en el Festival de Peralada «Wow!», ópera que une a los dos autores
BARCELONA- Cuando estaba nervioso, la madre de Oscar Wilde solía leerle los poemas de Walt Whitman. El autor de «La importancia de llamarse Ernesto» se quedaba entonces como hipnotizado, sumergido dentro de las palabras del bardo estadounidense. Ya no era el niño timorato y acomplejado, sino un hombre optimista, lleno de vigor y confianza en sí mismo. Tanta era su fascinación por Whitman que removió cielo y tierra para poder conocerlo. Y lo hizo, pudo verlo una sola vez. Whitman le dio un apasionado beso y Wilde aseguró a sus amigos que nunca se borraría de su rostro.
El compositor Alberto García Demestres es un enamorado de la poesía de Whitman, tanto que incluso comenzó a componer una serie de «lied» con los versos del autor de «Hojas de hierba». Sin embargo, cuando se topó con la anécdota de su encuentro con Oscar Wilde, la idea empezó a crecer y se convirtió en una ópera de cámara que reimaginaría de forma poética aquel encuentro. Demestres entonces escribió la música, el libreto, la dramaturgia e incluso inventó algunos intrumentos. La inspiración surgió como un impulso irrefrenable.
El resultado se estrenará el 14 de agosto en el Festival de Peralada, antes de que pueda verse en Barcelona la próxima temporada. «A los 20 años, "Hojas de hierba"me marcó para siempre y nunca me abandonó la idea de musicar sus poemas. Hace poco me invitaron a Estados Unidos , a un encuentro de artistas, y allí me topé con una primera edición del libro. Parecía una señal para que empezase a trabajar en esos poemas y así hice», comenta Demestres.
Naturaleza
Bajo la dirección escénica de Xavier Albertí, y un elenco de cantates formado por Joan Marí Royo, Antoni Comes y Elisenda Pujals, la ópera es una reflexión lírica sobre la inspiración artística y el ansia de inmortalidad de toda obra de arte. «No quería poner música a una anécdota biográfica, sino servirme de dos grandes personajes para indagar en los temas que me interesan, como qué poder tiene el arte como agente creador de la realidad y en qué sentido está relacionado con el ansia de gloria e inmortalidad», afirma Demestres.
La ópera, que se presenta en el claustro del Carmen, utiliza los elementos naturales de este místico emplazamiento como escenografía y busca tocar el inconsciente del espectador, acercarlo a su parte más lírica, mágica y espiritual. La música va acorde con esta aspiración, llena de belleza y misterio. La dramaturgia es simple, una mujer se queda dormida leyendo los poemas de Whitman y esto la traslada a los días finales del poeta estadounidense, cuando la muerte se cierne sobre él y empieza a rememorar su vida. En ese momento, aparecerá Wilde. Todos los textos cantados son sacados de los escritos tanto de Whitman como de Wilde. «Ha sido una composición extraña, en la que iba reuniendo diversos elementos que de forma extraña iban conectando entre sí hasta crear un cuadro homogéneo. Ha sido muy revelador», señala Demestres.
El compositor está acompañado por cuatro músicos, que interpretan unos doce intrumentos, algunos de propia cración de Demestres, como un pequeño corcho que con un tornillo imita a la perfección el trino de un pájaro o una caja de madera hueca, llena de piedras, que hacen de la marejada. «Cuando era pequeño me entretenía inventado estos instrumentos. Mi madre estaba convencida de que era un niño raro», dice el músico.
- Cuándo: 14 de agosto.
- Dónde: Claustro del Carmen, Peralada.
- Cuánto: 50 euros.
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