Investigación Médica
Una nueva esperanza
Un ensayo clínico muestra la efectividad de las vacunas personalizadas en tumores cerebrales
Un ensayo clínico muestra la efectividad de las vacunas personalizadas en tumores cerebrales.
Las personas diagnosticadas de un glioblastoma tienen a priori mal pronóstico. Se trata de una forma muy agresiva de tumor cerebral y para el que los recursos terapéuticos disponibles se han mostrado hasta ahora poco efectivos para la supervivencia general. En este sentido, al tratarse de un tumor con baja carga mutacional, lo que provoca que el sistema inmunitario sólo pueda atacar a pocos neoantígenos, los pacientes apenas han podido beneficiarse de los últimos progresos en lo que se refiere a inhibidores tumorales específicos.
Sin embargo, ahora, a partir de los resultados arrojados por un estudio clínico en el que ha participado Vall d’Hebron y que ayer publicó la revista «Nature», las perspectivas de los pacientes con glioblastoma han cambiado. Bautizado como GAPVAC-101, se ha testado por primera vez en humanos un nuevo concepto terapéutico que consiste en vacunas de inmunoterapia adaptadas a las características particulares de los tumores individuales y a los sistemas inmunitarios de los pacientes. El estudio se encuentra en fase 1, pero pese a ello ya genera optimismo respecto a la posibilidad de abordar el glioblastoma desde un enfoque activamente personalizado, puesto que es la primera vez en la que la viabilidad de una forma tan personalizada de inmunoterapia ha sido ejemplificada en un entorno clínico.
Inmunoterapia personalizada
En el estudio han participado quince pacientes de seis hospitales europeos, los cuales han sido diagnosticados de glioblastoma recientemente y a todos ellos se les suministraron dos vacunas terapéuticas: la primera (APVAC1) es activamente personalizada y se dirige a antígenos no mutados. La segunda, (APVAC2) se dirige preferentemente a neoantígenos. Ambas vacunas, cuyas composiciones fueron totalmente personalizadas para cada paciente en función del análisis de los tumores individuales y además, en el caso de la APVAC1, también se tuvo en cuenta la capacidad de cada paciente para desarrollar una respuesta inmunitaria, han mostrado una seguridad y una inmunogenicidad favorables.
En este contexto, los doctores que han participado en el estudio destacan el potencial de este nuevo estudio. Así pues, Wolfgang Wick, que es quien lo ha dirigido, señala al respecto que «la capacidad de aprovechar el repertorio completo de antígenos tumorales, incluidos los antígenos no mutados y los antioxidantes, puede ofrecer inmunoterapias más efectivas, sobre todo para tumores con baja carga mutacional». Por su parte, el doctor Ugur Sahin, vicepresidente del consorcio GAPVAC, recuerda que los resultados del estudio «indicarían que incluso los tumores con una baja carga mutacional son susceptibles de ser abordados con inmunoterapia personalizada».”
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