Cataluña

Unió reivindica el «derecho a discrepar» con sus socios...

UDC teme que ERC rompa la hegemonía electoral de CiU

Duran Lleida, ayer, durante la reunión del comité de gobierno de Unió Democràtica
Duran Lleida, ayer, durante la reunión del comité de gobierno de Unió Democràticalarazon

Barcelona- Una calma tensa preside las relaciones entre Unió Democràtica y Convergència Democràtica desde que el proceso soberanista se puso en marcha a toda máquina desde el Gobierno de la Generalitat y desde que ERC se convirtió en el aliado de referencia de Artur Mas. El partido de Josep Antoni Duran Lleida contempla con preocupación el viaje hacia la consulta, en especial por el creciente protagonismo de uno de sus autores intelectuales, el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, encuadrado en el ala más desacomplejadamente independentista de CDC. Unió se muerde la lengua muy a menudo pero ayer quiso marcar perfil propio –un clásico en la formación democristiana– y reivindicar ayer su «derecho a discrepar» con CDC y también con ERC.

«No creemos que por el solo hecho de ser fuerzas nacionalistas todos seamos iguales», dijo el vicesecretario general de Unió, Antoni Font, al término de la reunión del comité de gobierno de su partido. El dirigente democristiano rechazó de esta manera que CDC, ERC y UDC tengan que compartir un «discurso único» por mucho que ahora estén unidos por un pacto de estabilidad en Cataluña.

No es que Unió rechace ahora el acuerdo suscrito con los republicanos para garantizar a Mas la gobernabilidad, sino que no están dispuestos a que su perfil político quede diluido por el omnipresente proyecto soberanista que parece monopolizar la acción de la Generalitat y que únicamente, según las encuestas, parece beneficiar a ERC.

«Nos preocupa perder votos vayan donde vayan, porque CiU debe ser la fuerza central que debe liderar el país y, además, según la encuesta, el tripartito -PSC, ERC e ICV», dijo Font en alusión al sondeo publicado hace pocos días por «El Periódico», el cual pronosticaba un «sorpasso» de Esquerra, que se convertiría en primera formación en el Parlament por delante de CiU, ganadora de todas las elecciones autonómicas desde 1980.

Respecto a la consulta, Font aseguró que CDC y UDC hablan «el mismo lenguaje» y que comparten el objetivo de sumar cuantas más fuerzas posibles al proceso, aunque el dirigente democristiano planteó, una vez más, aplazar la consulta al 2015 –posibilidad que contempla el acuerdo de legislatura– si este retraso fuera en beneficio de tener más implicados y se garantizara así también una alta participación. En este punto también hay discrepancia, ya que Unió la desea altísima y ERC se conforma con un 50 por ciento.