Violencia de género

«Uno de cada diez hombres maltrata a su mujer en España. Una de esas mujeres era yo»

Ana Bella y su fundación recibe junto a otras entidades sociales los premios Innovación de la Fundación «La Caixa»

Ana Bella, una mujer maltratada que fundó una entidad para ayudar a otras mujeres maltratadas a empoderarse y encontrar trabajo, se emociona al recibir el premio
Ana Bella, una mujer maltratada que fundó una entidad para ayudar a otras mujeres maltratadas a empoderarse y encontrar trabajo, se emociona al recibir el premiolarazon

Ana Bella y su fundación recibe junto a otras entidades sociales los premios Innovación de la Fundación «La Caixa».

Ana Bella se calzó ayer zapatos de salón. Le daban el premio «La Caixa» a la Innovación Social. Iba a ver a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el director general de la Fundación Bancaria «La Caixa», Jaume Giró, entre otras muchas personalidades. Se puso también americana y debajo una camiseta reivindicativa: supervivientes, no víctimas. Era un día de aplausos, de recibir felicitaciones y sonreír, pero cuando Ana Bella empezó a contar su proyecto, a los asistentes se les hizo un nudo en la garganta.

«Uno de cada diez hombres maltrata a su mujer en España. Puede ser un juez, un médico, un barrendero. Una de esas mujeres era yo. Sufrí maltratos durante once años, hasta que una noche utilicé mi fuerza, mi miedo, mi valor para dejar de dormir junto a un hombre que me podría haber asesinado. Cogí a mis cuatro hijos y me fui de casa», dijo. Se hizo un silencio y ella continuó explicando su historia. Contó que llegó a una casa de acogida donde le dieron un libro para aprender a limpiar. Sí, a limpiar para tener una salida laboral. Ana Bella pensaba, «¡pero si yo hablo inglés y a los 18 años abría mi propio negocio!». Aunque lo que le quitaba el sueño, literalmente, era pensar que podían haber dos millones de mujeres que estaban viviendo el infierno que ella había vivido. Y decidió hacer algo para ayudarlas.

«Me llamaron ilusa. Me decían “tú no puedes ayudar a todas las mujeres del mundo”». Y tenían razón, no podía ayudar a todas, pero sí a una. Empezó acogiendo en su casa a Leticia, una mujer que como ella había sido maltratada.

Un día, recibió una carta de la Fundació «La Caixa» para arrancar un proyecto de cooperación entre empresas y mujeres que generara oportunidades de trabajo y empoderara a víctimas de maltrato. «Era 2011», recuerda, «pero pese a estar en la cresta de la crisis, encontramos empresas que necesitaban comerciales y forjamos una alianza». Danone, Pepsico, Louis Vuitton ... son algunas marcas que colaboran con el proyecto que ha ayudado ya a más de 600.000 mujeres.

Ana Bella no sabía si llorar o reír cuando ayer le entregaron el premio. «No hay que esperar a recibir un Nobel, todos podemos ser agentes de cambio», dijo Ana Bella. Hablaba en nombre de otros diez proyectos premiados con 15.000 euros cada uno y de los cuatro accèsits que recibieron 5.000 euros para seguir con su proyecto social. Como el de Emiliano Tapia, que lleva 30 años entrelazando gente en su tierra, Castilla y León, desde Colectivos de Acción Solidaria. Ancianos, con personas encarceladas, «sin techo» o mujeres. En definitiva, impulsan iniciativas que promueven oportunidades de empleo para personas den riesgo de exclusión social que a la vez generan servicios para pueblos rurales y luchan contra la despoblación. Desde revivir un huerto abandonado, crear un servicio de lavanderia o comida a domicilio para ancianos de un pueblo en el que ya no queda ni un colmado a levantar una fábrica de quesos.

O Daniel Julià, director general de Reir (Recursos Educatius per a la Infància en Risc), que desde hace once años trabajan en red para ayudar a niños vulnerables de 16 municipios del Vallès Oriental.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, agradeció a todas las las entidades sin ánimo de lucro premiadas por «llegar a dónde las administraciones no llegan y ayudarnos a progresas juntos».

Contagiado por el entusiasmo de los premiados, el director de la Fundación Bancaria «La Caixa», Jaume Giró, relexionó acerca de que no se pueden abordar nuevos problemas con viejas soluciones. Que actuar como un avestruz, esconder la cabeza cuando surgen dificultades y dejar pasar el tiempo, no lleva a ninguna parte. Animó a ser valientes con el ejemplo de los galardonados.