«Ya estamos en el punto de no poder dispensar medicamentos»

Estaban convocadas a las 13.00 horas frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona, pero mucho antes, las batas blancas empezaron a poblar las aceras. Sobre las 12.30 horas, los farmacéuticos tomaron el arcén. Las batas blancas siguieron llegando al punto de encuentro en un goteo constante hasta sumar más de un millar. Y comenzaron a sonar silbatos y consignas. Y, en un momento dado, todos al unísono entonaron un grito: «¡Queremos cobrar!». El colectivo cumplió a raja tabla la convocatoria de protesta y de huelga contra los impagos del Govern, que ya suman 416 millones de euros, y suplicaron al Gobierno que agilice el Plan ICO por el que cobrarán tres de las facturas aplazadas por la Generalitat.

«Ya estamos en el punto de no poder dispensar medicamentos», explica Teresa Bas, copropietaria de la farmacia situada en el número 82 de la calle Gomis de Barcelona. Bas ha tenido que recurrir, en el último año y medio, a dos créditos bancarios y se ha visto obligada a prescindir de dos trabajadores. Asegura que ha dejado de comprar los fármacos de precio superior a 70 euros. «Pedimos –a la distribuidora– lo mínimo», porque no se puede a hacer frente a más, apunta.

El colectivo, un instrumento

El gobierno catalán adeuda a Bas unos 80.000 euros. Respecto a la última factura impagada, la que deberían haber cobrado el pasado martes, esta farmacéutica explica que «la distribuidora me ha aplazado el cobro quince días, a la espera de que se apruebe el Plan ICO». Pero, sobre este último punto la incertidumbre es total entre el colectivo. Y, por ello, el consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña (CCFC) convocó, junto a la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), la protesta ante la Delegación del Gobierno. Su voz fue escuchada.

Mientras en Barcelona, la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, aseguraba que el Ejecutivo pagará las facturas del Govern, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, indicó en Madrid que el pago se realizará «muy pronto». Fuentes del Ministerio señalaron que nunca se ha fijado una fecha, sino que se habló de que el abono se haría entre los meses de octubre y diciembre. La presión ejercida por los farmacéuticos quizás agilice ese cobro, aunque dentro del colectivo hubo quien la cuestionó.

«Ya tienen la foto que querían, los farmacéuticos exigiendo al Gobierno», señaló Daphne Sicilia, propietaria de una farmacia en la calle Diputación. «Cuando quien ha de pagar es la Generalitat», añadió. A Sicilia, el gobierno catalán le debe unos 140.000 euros y también ha tenido que acudir al banco para poder financiar los medicamentos que dispensa. Esta profesional lamenta que el colectivo se haya instrumentalizado por parte del Govern en favor de su pugna con el Gobierno. Una pugna que se volvió a evidenciar ayer, cuando el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, respondió raudo y veloz a la presidenta del PP en Cataluña. Alicia Sánchez Camacho denunció que el Govern «ha engañado» a las farmacias al priorizar el pago de la deuda con las universidades en detrimento de las boticas, según unos documentos a los que ha tenido acceso el PP. Mas-Colell tildó a la líder popular de demagoga y volvió a señalar al Ejecutivo como responsable de los impagos a los proveedores por no haber transferido aún los 1.700 millones solicitados al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Sicilia lamenta que esta instrumentalización se lleve a cabo con el beneplácito de las instituciones que representan a los farmacéuticos. «Hace tres semanas pedimos que se convocara una asamblea al colegio y seguimos esperando», explica. Bas también critica que el organismo haya boicoteado al propio colectivo y que «no se mueve para nada».