Consumo
Alcohol más barato y de peor calidad se impone entre los jóvenes
Alcohol barato y globalización han provocado cambios en el consumo cuyas consecuencias comienzan a preocupar a los expertos, en especial cuando afectan al colectivo juvenil. «La tecnología ha permitido fabricar bebidas más baratas que nunca, lo que a su vez ha facilitado el acceso a ellas de los más jóvenes. Bebidas normalmente con gran cantidad de azúcar y mucha graduación que acarrean peores resacas», explica al respecto el doctor Alberto Sancho, de la Unidad de Alcohología de Valencia. No hablamos de la presencia de metanol -cuyo uso en épocas muy pasadas podía causar incluso la ceguera- sino de etanol en cantidades desaconsejables que son las que, a su vez, llevan a los «impulsos incontrolables y a daños en el cerebro».
A ello se suman los cambios culturales. «Hemos pasado de ser bebedores mediterráneos a bebedores anglosajones. Güisqui, ginebra, vodka... hace unas décadas apenas se consumían y ahora han desbancado al resto. De hecho, se bebe más cerveza que nunca. Éramos una cultura vinícola y no cervecera, pero la importamos de los países eslavos».
El especialista cuenta que los españoles éramos consumidores diarios, que lo del «botellón» de fin de semana también es una moda importada y que, además, antes aprendíamos a beber y ahora mandan los impulsos. «Era una cuestión cultural. Existía un aprendizaje del consumo. Era una especie de rito iniciático. Actualmente es un consumo más compulsivo y, además, combinado con otras sustancias como el cannabis o las pastillas estupefacientes».
Policonsumo al alza
Así lo corrobora Vicente Pizcueta, presidente de Controla Club, ONG que aboga por la responsabilidad social en el ocio. «El policonsumo es habitual hoy en día. Y no solo cannabis, el 'speed' ha vuelto porque es muy barato». Y es que el precio es lo que decide el consumo entre los más jóvenes. De ahí el auge de las marcas blancas y segundas marcas y el regreso de hábitos que se creían ya abandonados. «El 'calimocho', el 'Sol y Sombra'... esas combinaciones de los años ochenta están recuperando protagonismo. Se trata de buscar mezclas explosivas que te consigan el 'colocón' rápido», lamenta Pizcueta quien confirma también el incremento del consumo de la cerveza en tiempos de crisis, «porque, de momento, la carga fiscal sobre ella sigue siendo menor -a estos efectos se considera, como el vino, alimento- y resulta más económica. Habla sobre todo de las preferencias de los asiduos al «botellón». A su juicio, se trata de un fenómeno «nefasto», ya que implica cantidad, policonsumo y rapidez. «Se queman etapas de la vida más rápidamente». Existe, asegura, cierto sentido de impunidad en torno a este comportamiento. «Se da la impresión de que vale todo, pero es un ejemplo muy peligroso que los padres deberían tener en cuenta».
No obstante, rompe una lanza a favor de los jóvenes al recordar que «son la generación que nos ha hecho ver que 'Si bebes, no conduzcas'». Pizcueta defiende que ellos han interiorizado el mensaje mucho mejor que los adultos, y lo subraya con el descenso de los accidente de tráfico mortales en los que se ven implicados-.
✕
Accede a tu cuenta para comentar