Caridad
Banco de Alimentos atiende a 4.200 personas más en verano
Combate la malnutrición infantil tras el cierre de los comedores escolares
Valencia- Agosto es un mes complicado para las personas en riesgo de exclusión social, ya que muchos centros sociales bajan su persiana y los comedores escolares permanecen cerrados. Esto ha obligado a muchos padres a buscar alternativas para alimentar a sus hijos durante el verano. Consciente de ello, el Banco de Alimentos de Valencia aprobó un nuevo programa para luchar contra la desnutrición infantil que prevé, según fuentes de la entidad sin ánimo de lucro, atender a 4.200 personas más de las que socorre habitualmente, unas 6.000 al mes entre los dos locales, el de la calle Santa Cruz de Tenerife de Valencia y el de la Pobla de Vallbona.
Así, cinco grupos de voluntarios reparten diariamente lotes de productos básicos en cinco colegios de la provincia. El funcionamiento del programa es sencillo, puesto que son los Servicios Sociales los que derivan a las familias más necesitadas, unas quince diarias. Éstas suelen volver a los quince días, tal y como apuntaron desde la ONG valenciana. Son, normalmente, hogares con más de cuatro miembros que viven «verdaderos dramas». Por ello, en muchos casos, se les deriva al centro del Banco de Alimentos, para que sigan beneficiándose de la ayuda después de septiembre.
Este esfuerzo, sin embargo, no hubiera sido posible sin el gran apoyo de la sociedad valenciana. Según explicó el presidente de la Asociación, Jaime Serra, tras el llamamiento de emergencia recaudaron más de 27.000 kilos de comida y 100.000 euros (50.000 de la Diputación de Valencia, 30.000 de La Caixa y el resto, de donaciones particulares). Además, consiguieron la ansiada cámara frigorífica, de manos también de la institución que dirige Alfonso Rus, que les ha permitido incorporar pan en cantidad industrial y congelar pescado.
En esta línea, Serra señaló que actualmente están atendiendo también a unos 300 «sin techo».
Con todo, después de que tuvieran que reducir el reparto de víveres hasta en un 40 por ciento, han vuelto a llenar sus estanterías y a compensar los carros de la compra con cereales, bollería, productos lácteos y carne.
Por otra parte, anunció que están preparando tres nuevas campañas: «Ninguna familia sin alimentos», «Ningún transeúnte sin mantas» y «Ningún niño sin juguetes». La más importante, la primera de ellas, la de Navidad, cuando se dispara la demanda.
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