Compromís trata de evitar que Ribera Salud controle la gestión del hospital de Dénia

El grupo parlamentario de Compromís presentó ayer un total de veinte enmiendas a la Ley de Salud de la Comunitat Valenciana que se tramita en Les Corts. De entre ellas destaca una que pretende «evitar las posiciones de dominio para que ninguna persona física o jurídica pueda ostentar más del 40 por ciento de las participaciones o acciones en más de un ente titular de un contrato de gestión».

La intención de Compromís es frenar la compra, por parte de Ribera Salud, de las acciones que DKV tiene en el hospital de Dénia e impedir de ese modo que una sola empresa tome el control de la gestión de un hospital público.

Además, con la aprobación de esta nueva regla del juego queda despejado el terreno para la Generalitat Valenciana, cuya intención siempre ha sido adquirir el 65 por ciento de las acciones de la aseguradora y dejar fuera a Marina Salud SA (gestora del hospital y filial de Ribera Salud) pese a que esta tiene preferencia a la hora de comprar dichas acciones, lo que se conoce como «derecho de tanteo».

Ribera Salud ha mostrado siempre su voluntad de quedarse con las acciones de DKV. De hecho, incluso llegó a proponer al Gobierno valenciano comprar el centro hospitalario objeto de deseo.

Por su parte, la Generalitat tiene que sortear un gran escollo para llevar a cabo su plan, pues el año pasado un informe elaborado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) calificaba de «inviable» la compra del hospital de Dénia por parte del Gobierno valenciano por dos motivos principales: por la complejidad jurídica del asunto, y por cuestiones económicas (además de los 50 millones para la adquisición de los valores de DKV se necesitan otros 20 al año para pagar a los proveedores).

Según explicó ayer la diputada de Compromís Isaura Navarro, la enmienda «va encaminada a garantizar la libre competencia en el ámbito de los contratos de gestión en régimen de concesión de los departamentos sanitarios». El objetivo, según dijo, «es promover la competencia y así proteger el interés de los usuarios de la sanidad pública y garantizar la máxima calidad en el servicio de salud. Con nuestras aportaciones, la Ley de Salud garantiza que ninguna empresa concesionaria pueda ejercer una posición dominante con el objetivo de que la sanidad valenciana deje de ser vista como el gran negocio de algunos impidiendo monopolios y oligopolios y limitar el mercadeo de las acciones y participaciones de las empresas que prestan un servicio público tan relevante como es la sanidad».