Con el debido respeto

Presidente, tienes ante ti una responsabilidad que, en modo alguno, la quiero para mí. A la vez, una buena parte de los españoles, repártase según se desee, estamos expectantes, confundidos, frustrados, decepcionados, enojados y algunos, aunque cada vez menos, confiados. Me refiero al problema catalán.

Estamos ya en otro tramo del camino, pero conviene recordar la confusión en torno a la aplicación del artículo 155, confusión porque fue difícil entender la condescendencia con la TV3 y la impunidad en la educación. Como digo, estamos en otra etapa de este vía crucis. En ella, entiendo que es preciso esperar a que se repitan hechos similares o más graves a los de hace unos meses para una nueva aplicación del 155.

Sin embargo, las decisiones adoptadas ya por el nuevo presidente, Quim Torrá, merecen ya, al menos en opinión de españoles como yo a los que se aplican las leyes en cuanto es preciso, una actuación de la Fiscalía contra él y otros, por ejemplo, el presidente del Parlamento.

¿Por qué? Porque el artículo 17 el Código Penal trata el delito de conspiración: «La conspiración existe cuando dos o más personas se conciertan para la ejecución de un delito y resuelven ejecutarlo». «La proposición existe cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a participar en él». Es más que probable que estos condicionantes se han cumplido con creces. Para ello, según he leído en algún informe de sabios jurídicos, se prevén unas penas de 7,5 años.

Presidente, con el debido respeto, tienes un problema gordo a la hora de decidir. Otro, el que te muestran las encuestas. Te deseo acierto al respecto. Así es la vida.