Salud
Crece la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres mientras baja en hombres
Su mayor incorporación al tabaquismo explica el incremento
La Comunitat Valenciana registró el año pasado 20.118 nuevos casos de cáncer, la principal causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres. Las medidas de prevención, una mayor concienciación de la población y la aplicación de nuevos tratamientos han provocado que en los últimos quince años la tasa de mortalidad se haya reducido.
La Comunitat Valenciana registró el año pasado 20.118 nuevos casos de cáncer, la principal causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres. Las medidas de prevención, una mayor concienciación de la población y la aplicación de nuevos tratamientos han provocado que en los últimos quince años la tasa de mortalidad se haya reducido un doce por ciento. Aunque la comunidad médica celebra estos logros, asiste preocupada al repunte de esta enfermedad en ciertos sectores y respecto a ciertos tipos de cáncer.
Según explicó ayer el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, si bien los casos de muerte por cáncer de pulmón entre los hombres disminuyen -1.875 el año pasado frente a los 1.896 de 2008- en el caso de las mujeres aumenta -de los 327 de 2008 a los 372 de 2012- «como consecuencia de su mayor incorporación al hábito tabáquico». De hecho, la mortandad ha bajado más en hombres -un trece por ciento- que entre las mujeres -un once. Con todo, recordó que hay que romper con la costumbre de asociar cáncer a muerte, «pues no son sinónimos».
En la parte reivindicativa, el vicepresidente de la Junta Provincial de Valencia de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Antonio Llombart, afirmó que los recortes realizados por la Administración no están afectando, «hoy por hoy», a los pacientes. Otra cosa bien distinta es el impacto del «tijeretazo» sobre la investigación, donde la repercusión se verá en los próximos años. «Los proyectos que se cierran, dejan de hacerse».
Con todo, se mostró optimista al recordar que la curva de curación está haciéndose más plana, sobre todo en lo que respecta al cáncer de mama y de colon.
También celebró los últimos trabajos que permiten establecer un diagnóstico más precoz y una terapéutica más guiada, que ya no se basa exclusivamente en la cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Entre ellas, las que cubren las becas de la Fundación «Gent per Gent» y entre las que destaca la que dirige Pascual Bolufer en el hospital La Fe de Valencia, en la que estudia la parte genética de los cánceres de mama y ovario en las familias de alto riesgo.
Según Bolufer, en la Comunitat se diagnostican cada año un centenar de cáncer de mama hereditarios y una media de siete de ovarios con el mismo origen. Su grupo trata de averiguar por qué se dan casos en menores de treinta años, en los dos pechos de la paciente o por qué en una familia hay varias mujeres de la misma familia que han padecido o padecen esta enfermedad. Ahí es donde analizan la posibilidad de una mutación genética. Así, si logran demostrar la presencia de los polimorfismos estudiados en estos casos, se les podrá incluir en un programa de despistaje tumoral, lo que aumentaría la eficacia terapéutica, provocaría una mayor supervivencia y, presumible, un menor coste del tratamiento.
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