Cultivos cada vez más verdes

La Unión Europea es cada vez más estricta con el uso de productos químicos y fitosanitarios en la producción de alimentos. Es más, en la próxima Política Agraria Común (PAC) se subvencionará a los cultivos más ecológicos para ir disminuyendo de forma paulatina el uso de agentes externos contra las plagas.

La agricultura valenciana está en el buen camino. Según los datos de la Conselleria de Agricultura, en los últimos cinco años se ha doblado el número de hectáreas cultivadas mediante métodos ecológicos, al pasar de los 32.000 existentes en 2007, a las más de 65.400 del año pasado, un incremento del 104 por ciento. El aumento en el número de productores es menor pero no por ello menos significativo, concretamente, del 54,1 por ciento, aumentando de 1.067 a 1.645 en el mismo periodo.

A medio camino

Pero existe un término medio entre la agricultura industrial y la ecológica, esto es, los cultivos integrados, que son aquellos en los que se reduce el consumo de productos químicos y fitosanitarios, sin llegar a ser cien por ciento ecológicos. Este tipo de agricultura se ha visto incrementada también sobremanera en la Comunitat. La citricultura ha doblado el número de hectáreas producidas de esta forma, al pasar de 17.240 en 2007 a 34.912. En este caso la cantidad de productores sigue la misma curva, creciendo desde los 2.314 a los 4.624.

Este aumento no se ha visto en el caso de la producción de vides, otro de los cultivos más fuertes de la región sobre todo en las comarcas del interior. En la viña la cantidad de hectáreas se ha producido inmutable en este periodo, con alrededor de 22.900 y también el número de productores, con 1.985. Ahora bien, estas cifras representan una proporción mayor respecto a la cantidad total de cultivo vides que en el caso de los cítricos.

A toda esta producción mediante métodos de agricultura integrada, hay que sumar 15.000 hectáreas de arroz que se cultivan mediante las mismas técnicas agroambientales.

Producir mediante estas técnicas, no solamente es más conveniente dado el futuro normativo que se presenta en la UE, sino que además puede llegar a ser incluso mucho más rentable que la agricultura convencional.

Además, poco a poco la sociedad va siendo cada vez más reacia a los alimentos industriales y busca este tipo de productos que, aunque siguen siendo mucho más caros, son también sinónimo de más salud y de mantenimiento de un determinado estilo de vida.

Por su parte, el director general de Producción Agraria y Ganadería, José Miguel Ferrer, advirtió ya esta semana de que los agricultores valencianos tienen ante sí el reto de hacer frente a las plagas en un nuevo escenario como es la entrada en 2014 de la obligatoriedad de la Gestión Integrada de Plagas mediante el uso sostenible de los fitosanitarios, de manera que puedan mantenerse niveles de control de plagas viables reduciendo al mínimo los tratamientos químicos.

Por ello señaló la necesidad de adoptar medidas de control biológico de plagas, prácticas agronómicas para el control de enfermedades y el impulso de sistemas eficientes de estaciones de aviso, acciones muy útiles para alcanzar este objetivo, que la Generalitat intenta promover a través del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias.