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Valencia

El Botànic deja bajo mínimos la licitación de obra pública

La Generalitat redujo durante el primer trimestre de 2019 un 57,5 por ciento el montante de las licitaciones que se quedaron en 58 millones de euros

La Conselleria de Obras Públicas fue la que más invirtió en el primer trimestre de 2019. En la imagen, la ya ex consellera Salvador junto al presidente Puig en una visita al TRAM
La Conselleria de Obras Públicas fue la que más invirtió en el primer trimestre de 2019. En la imagen, la ya ex consellera Salvador junto al presidente Puig en una visita al TRAMlarazon

La Generalitat redujo durante el primer trimestre de 2019 un 57,5 por ciento el montante de las licitaciones que se quedaron en 58 millones de euros

El Consell del Botànic cerró el primer trimestre del año con una reducción considerable en las licitaciones de obra pública. El inicio del año electoral no sirvió para animar la contratación de obras, al contrario, el volumen se redujo un 57,5 por ciento.

Las cifras hablan por sí solas. Durante el primer trimestre de 2018, la Generalitat licitó un total de 138 millones de euros, mientras que en el del presente año bajó hasta los 58 millones.

La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana analiza con desolación estos datos, especialmente las que corresponden a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.

Este departamento, dirigido por Compromís, licitó en el primer trimestre del pasado año 24 millones de euros, cifra que bajó en el ejercicio actual a 1,8 millones. Es decir, la reducción fue del 92,62 por ciento.

El director gerente de este organismo, Manuel Miñés, considera «significativo» y «alarmante» este retroceso. En primer lugar porque la licitación en 2018 ya fue muy escasa y en segundo, porque son necesarias infraestructuras para reducir el estrés hídrico que padece la Comunitat. «Las obras del postrasvase Júcar- Vinalopó están sin apenas acometer, así como el tercer nivel de depuración en las estaciones de aguas residuales.

Llamativa también es la reducción de licitación de la Conselleria de Educación. En el primer trimestre de 2018 licitó 82 millones, cifra que cayó hasta 22 millones (un 72,62 por ciento menos) en 2019. Miñés recuerda que quedan muchos barracones por eliminar y avisa de que el Pla Edificant, que traspasa la construcción de centros a los Ayuntamientos, puede resultar poco eficaz ya que muchos no tienen capacidad técnica.

La excepción, vivienda

En el extremo opuesto destaca el esfuerzo realizado por la Conselleria de Obras Públicas que, con 18 millones de inversión, y un incremento del 52 por ciento con respecto a 2018, ha puesto en marcha obras para rehabilitar el parque público de viviendas y actuaciones en el TRAM de Alicante y de Metrovalencia.

En la Conselleria de Justicia la licitación subió un 214 por ciento, un porcentaje significativo, aunque hay que tener en cuenta que en 2018 se licitó poco más de medio millón de euros.

La gestión de vivienda no le vale a Salvador renovar su cargo

Logró poner en marcha la Ley de la Función Social de la Vivienda, un texto del que el Consell del Botànic ha sacado pecho durante toda la legislatura. También aprobó la reforma de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup), se atrevió a sacar un ambicioso Plan de Protección de Litoral (Pativel) e incluso decretó una moratoria mientras se aprobaba la nueva normativa. Las cifras de licitación del primer trimestre de 2019 demuestran el incremento de licitaciones en rehabilitación del parque público de vivienda.

Sin embargo, nada de esto le ha valido a la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, para mantenerse en su cargo, como sí lo han hecho, de momento el resto de miembros del Consell. Puig confirmó su destitución para colocarla en un cargo que poco tiene que ver con la gestión, la vicepresidencia de la Mesa de Les Corts, órgano que quedó constituido el jueves.

Salvador, junto con el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, son las únicas salidas confirmadas del Consell.