Valencia
El esprint final para cerrar la estructura del segundo Botànic acaba en bronca
Los negociadores confían en que la investidura de Puig saldrá pero quieren aplazar a mañana la votación
Los negociadores confían en que la investidura de Puig saldrá pero quieren aplazar a mañana la votación
A menos de 24 horas del pleno para que comenzase el pleno para investir a Ximo Puig como presidente de la Generalitat, el pacto saltó por los aires. Al cierre de esta edición, Unides Podem- EU esperaba una propuesta por parte del PSPV y Compromís para volverse a sentarse en la mesa de negociación.
Los actores de este segundo pacto del Botànic admitían que había más de ficción que de realidad en esta ruptura y que las aguas volverían a su cauce antes de que produjese la votación que, remarcaban, se puede alargar hasta mañana.
Así, daban por hecho que el tira y afloja se prolongará lo máximo posible. De hecho, la reunión prevista para las cinco de la tarde quedó cancelada y las conversaciones siguieron vía telefónica.
La presión que desde Compromís ha hecho en las últimas 48 horas surtió efecto y los socialistas decidieron atender una de sus peticiones. Que las competencias en las áreas relacionadas con el cambio climático y la transición energética estuviesen en manos de la formación nacionalista. Lo contrario, apuntaban ante los micrófonos sería «humillante».
Sin embargo, Unides Podem- EU tampoco estaba dispuesto a quedarse sin estas áreas y cuando se le propuso que una de sus Conselleries, la de Vivienda asumiese únicamente cuestiones relacionadas con la movilidad sostenible, les pareció una tomadura de pelo tan grande que dejaron la reunión.
El secretario general de Unides Podem, Antonio Estañ, echó en cara al PSPV y Compromís que hubiese cambiado el acuerdo tomado el día anterior. Aseguró que habían dado «múltiples soluciones» pero que no se estaban aceptando. Aunque no los nombró, aludió a Compromís diciendo que no habían aceptado su «peso político». Insistió en que ellos habían puesto sobre la mesa hasta tres ofertas y ninguna había sido aceptada.
Agencia sin poder ejecutivo
Durante la tarde, se ofrecía una nueva opción a Unides Podem, llevar la Agencia del Cambio Climático, asociada a una vicepresidencia segunda pero sin poder ejecutivo. El cambio seguía sin convencer a Podemos, que debatía en solitario- sin EU- qué decisión tomar. A última hora de la tarde hacía público el resultado de las votaciones a sus bases.
La militancia respaldaba con un abrumador 97,3 por ciento apoyar la investidura de Puig y con un 93,1 por ciento la entrada en el Gobierno. Sin embargo, en un comunicado la formación morada apuntaba que no podía garantizar su voto porque ambas preguntas iban ligadas a un acuerdo de Gobierno que hoy no existe.
Los dos diputados de EU confirmaron su voto a favor.
El acuerdo de las doce Conselleries más Puig
El nuevo Botànic se llegó a plantear contar hasta con 15 Conselleries (14 más Presidencia). La fórmula permitía repartir los sillones suficientes para contentar a todos los partidos sentados en la mesa de negociación. Sin embargo, las alarmas se dispararon, ¿cómo justificar un Consell de este tamaño a aquellos que predican con la reducción del gasto? Por tanto, la discusión está en qué competencias tienen las seis Consellerias del PSPV, las cuatro de Compromís y las dos de Unides Podem- EU
Seis ejes continuistas para un Gobierno con más altos cargos
Los negociadores del Botànic II tienen acordados los seis ejes que debe guiar la acción del nuevo Consell.
A pesar del tiempo que ha costado cerrar el apartado del «qué», las 21 páginas del documento rebosan continuismo. Se trata de un acuerdo de mínimos con pocas novedades pero que sirve- si el reparto de sillones lo permite- para aspirar a que PSPV, Compromís y Unides Podem- EU suscriban el acuerdo.
De hecho, se pasa por encima de medidas que la formación morada había puesto sobre la mesa como cuestiones irrenunciables en la presente legislatura, tales como la tasa turística o el SDDR, el sistema de reciclaje que también llegó a defender Compromís.
Eso sí, se hace referencia a la aplicación de la Ley de la Fundación Social de la Vivienda que prevé penalizar a los grandes tenedores de pisos vacíos.
Los seis ejes- uno más que en el primer Botànic- son los siguientes: Transición ecológica y lucha contra la emergencia climática; Feminismo, diversidad e igualdad de trato; Servicios públicos para continuar rescatando personas y cuidar de las personas; Ocupación, modelo productivo e innovación; Calidad democrática y buen gobierno y Fiscalidad progresiva, financiación justa e intereses valencianos.
En materia de Sanidad este segundo Botànic se compromete a contratar más profesionales para mejorar el sistema sanitario y crear una oficina de control de demora para evaluar los tiempos de espera en todos los departamentos.
También se insiste en crear la Agencia Valenciana del Cambio Climático, la Ley de Economía Circular, un nueva Ley Valenciana de Igualdad, un Instituto de la Memoria Histórica, la aplicación de un límite en los precios del alquiler- siempre que exista una regulación estatal que lo permita- y una ley de Coordinación de Diputaciones.
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