El ex vicealcalde de Valencia, detenido por cohecho

Al ex vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, se le acumulan las causas judiciales después de que ayer fuera detenido por un supuesto delito de cohecho y de que hoy tenga que presentarse en la Audiencia de Palma para asistir como acusado por el caso Nóos.

El que fuera la mano derecha de Rita Barberá se despertó ayer en su residencia de Mislata -donde se trasladó hace meses- con la llamada de los agentes de la Guardia Civil. Minutos después, el exedil, acompañado de su hija, llegó a su piso de Valencia, a escasos metros del hogar de la que fuera su jefa.

Allí permanecieron cuatro horas en las que se requisaron dos cajas de papeles de interés para el proceso y varios equipos informáticos. Al finalizar el registro, pasadas las 13:30 horas, Grau salía de su domicilio por la puerta de atrás, subía al vehículo camuflado de la Guardia Civil y se dirigía a la Comandancia de Patraix.

En esta instalaciones estuvo arrestado apenas un par de horas, pues se negó a declarar sobre el delito que se le atribuye. Cerca de las cuatro de la tarde, el exvicealcalde abandonaba las dependencias de la Benemérita, quedando en libertad con cargos.

La magistrada del Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia está investigando a Grau y al empresario Urbano Catalán, responsable de Viajes Transvía, por un supuesto delito de cohecho en relación a unas presuntas irregularidades en la adjudicación de un contrato del Ayuntamiento.

La causa, declarada secreta, surgió a finales de 2015 cuando el Juzgado recibió una denuncia de la Fiscalía contra ambos investigados, término que sustituye al de imputado tras la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

En el caso están imputados por cohecho Catalán (como parte activa del delito) y el exvicealcalde (como parte pasiva del cohecho).

Las diligencias no guardan relación con el caso Imelsa, que ha llevado a la imputación de medio centenar de personas entre ediles, exconcejales y asesores por un presunto delito de blanqueo.

«Que lo pague»

El otro protagonista de la jornada fue Urbano Catalán, director general de Viajes Transvía Tours SL, cuya detención siguió el mismo proceso que la de Grau.

En su caso, los agentes registraron las oficinas de la sede de su empresa, varios domicilios y una joyería. Catalán, al igual que el exconcejal, se negó a declarar tras ser detenido, por lo que fue puesto en libertad con cargos a las tres y media de la tarde.

Los arrestos, en especial el de Grau, causaron estupor entre la clase política, que valoraron los hechos de manera distinta. Así, mientras el portavoz del PP, Pablo Casado, aseguraba: «¿Este señor ha hecho algo mal?, Pues que lo pague y cuanto antes»; el alcalde de Valencia, Joan Ribó, lamentaba el «gran perjuicio» que estos hechos suponen para la imagen de la ciudad.