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El oncólogo Vicente Guillem, miembro de la Academia de Ciencias de la Salud

La Academia que lleva el nombre de Ramón y Cajal promueve las buenas prácticas médicas

Vicente Guillem recibe el título que lo acredita como académico
Vicente Guillem recibe el título que lo acredita como académicolarazon

El jefe de Oncología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), Vicente Guillem, ingresó la semana pasada como académico de la Academia de Ciencias de la Salud Ramón y Cajal, en una ceremonia desarrollada en Madrid.

El oncólogo valenciano ha desarrollado toda su carrera profesional en el IVO, institución a la que está vinculado desde que se abrió la unidad de hospitalización y es especialista en el área de «expertise» en cáncer de mama y genitourinario.

En su discurso en el Ateneo de Madrid, el doctor Guillem recordó el espíritu de la Academia de Ciencias de la Salud desde su nacimiento, para «promover, desarrollar y reconocer las buenas prácticas en el campo de la Medicina y el bienestar», lo que supone «un honor, una satisfacción y una enorme responsabilidad».

El jefe de Oncología del IVO agradeció el apoyo de toda la comunidad científica pero muy especialmente de los pacientes, que «nos han permitido hacer lo que debíamos hacer durante toda nuestra carrera profesional» y se comprometió a «no sólo seguir curándolos, sino cuidándolos desde una vertiente que está revolucionando la Medicina actual, mucho más humanizada en la que las decisiones se debaten y adoptan entre el médico y el paciente».

Parafraseando a Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906, Vicente Guillem concluyó su intervención con el compromiso de seguir estudiando y aprendiendo, «siempre con el objetivo de mejorar la salud de los ciudadanos, a los que nos debemos».

Nuestro país es pionero en muchos campos de la medicina gracias a doctores como Santiago Ramón y Cajal, considerado el líder de la llamada Generación de Sabios, médico especializado en Histología y Anatomía Patológica, que gracias a su trabajo sobre la Estructura del Sistema Nervioso consiguió el Premio Nobel de Medicina hace más de un siglo. Pero también gracias a otros ilustres como Severo Ochoa, Francisco Torrent-Guasp, Juan Negrín o Gregorio Marañón.