Salud

El peso del bebé recién nacido

No deben perder más del diez por ciento de su peso, pero también hay que evitar la creencia de que un «bebé gordito es un bebé saludable». Han de seguir su línea de crecimiento, especialmente los más pequeños

Los recién nacidos necesitan de diez a quince mililitros por toma y poco a poco ganarán peso
Los recién nacidos necesitan de diez a quince mililitros por toma y poco a poco ganarán pesolarazon

Los recién nacidos no deben perder más del diez por ciento del peso del nacimiento, es decir, un bebé que nace con un peso de 3,500 kilogramos no deberíamos esperar que pierda más de 350 gramos. Antes deberíamos poner en marcha todas las medidas necesarias, que las hay, sin que ello suponga de inicio darle un suplemento de leche de fórmula. Una pérdida entre el cinco y el siete por ciento del peso del nacimiento se considera fisiológica. Entre los diez y los 15 días después del parto deben recuperar el peso con el que nacieron.

Todos los recién nacidos pierden peso principalmente porque expulsan el meconio (unos 90 gramos acumulados en su intestino) y porque pierden líquido a través de la orina. A estos factores hay que añadir que no comen mucha cantidad de alimento, pero no necesitan más. Tomando de diez a 15 mililitros de calostro por toma tendrán suficiente porque su estómago es tan pequeño como una cereza.

Además los bebés de las madres que han tenido una cesárea o un parto largo perderán más peso porque parte de los líquidos intravenosos administrados a la madre pasan al bebé, por lo tanto, este nace con un peso que no es real.

Antes de asustarnos y darle un biberón, es mejor valorar que está pasando, y ponerle remedio. Observar la toma al pecho, que este bien colocado, agarrado, (tener los labios evertidos no garantiza que mama bien).

La succión debe ser productiva, nutritiva. Las tomas muy largas no aseguran el alimento, aunque esto no quiere decir que debamos evitarlas, sino controlar que durante las tomas hace succiones que avalen transferencia de leche, es decir que coma.

La succión no nutritiva relaja al bebé pero no le alimenta y tampoco hay que usar chupete porque, entre muchas otras cosas, se le quita tomas de alimento.

Es importante confirmar que la madre no siente dolor al dar de mamar (el dolor, aumenta la adrenalina y el cortisol y en consecuencia disminuyen los niveles de oxitocina).

También hay que vigilar que el bebé no se duerma inmediatamente al pecho antes de que haya hecho una buena toma. Para evitarlo no hay que abrigarlo excesivamente. Del mismo modo, no separar al bebé de su madre les proporcionar la máxima tranquilidad.

El llanto del bebé es su forma de expresarse, de manifestar lo que siente (cólicos, incomodidad, cansancio, necesidad de contacto...) y no siempre está relacionado con el hambre.

Hay que evitar la creencia de que un «bebé gordito es un bebé saludable». Algunos estudios indican que una ganancia de peso rápida entre el nacimiento y los 12 meses está asociado a un mayor riesgo de obesidad, con sus implicaciones para la salud.

Esta consideración se debe tener en cuenta sobre todo en bebés que nacen más pequeños dado que un incremento de peso rápido supone un mayor riesgo para su salud posterior (diabetes y hipertensión arterial). Por ello, es importante que el bebé siga su línea de crecimiento (percentil).

Si continúa perdiendo peso después del quinto día de nacimiento, no moja los pañales o no hace cacas, y su ganancia de peso diaria no alcanza los 20 gramos, si es importante buscar la ayuda de un profesional cualificado en lactancia materna para que valore que está pasando.

El estrés, que estas situaciones producen en la madre, no ayuda a la lactancia, pero un profesional cualificado sí puede ayudar a que la lactancia sea exitosa.