El Plan de la Huerta de Cebrián deja sin apenas ayudas a los agricultores

La polémica Ley de la Conselleria de Agricultura acapara la mayor parte del presupuesto

La implantación del Plan de Desarrollo Agrario de la Huerta de Valencia acapara un total de dos millones de euros de las partidas de la Dirección General de Agricultura de la Conselleria del ramo. El dato podría ser una buena noticia de no ser por qué esta aportación ha rebajado a la mínima expresión otras importantes partidas, como la protección de la renta de los agricultores ante los daños que no estén cubiertos por el seguro o la compensación por daños climáticos no asegurables.

En concreto, la primera de estas partidas ha pasado de contar en 2018 con un presupuesto de 2,5 millones a solo un millón de euros para este año. Por su parte, las ayudas para los daños climáticos de los que no se encargan las aseguradoras pasan de contar con 50.000 euros en 2018 a solo 5.000 euros para todos los agricultores de la Comunitat Valenciana. Es decir, para implantar el plan de la Huerta creado por la Conselleria de Agricultura dentro de la Ley de la Huerta de Valencia, se ha dejado sin las ayudas correspondientes a gran parte de los productores.

Otra partida de la que se han detraido fondos es la de Vertebración del sector agrario, unas líneas destinadas a las organizaciones profesionales agrarias y que pasan de contar con 64.000 euros el año pasado a 50.000 para este ejercicio.

Objetivo cumplido

La implementación del Plan de la Huerta de Valencia contaba en el ejercicio de 2018 con 500.000 euros. El notable incremento para este ejercicio se debe a que en febrero de 2018 Les Corts aprobaron finalmente la Ley, a propuesta del PSPV y de Compromís, formación a la que pertenece la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, por lo que durante este ejercicio esta norma debería desarrollarse.

La Ley de la Huerta no estuvo exenta de polémica, de hecho creó bastantes enfrentamientos entre la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y la Conselleria, así como entre AVA y la otra principal organización del sector, La Unió de Llauradors.

La primera de ellas consideraba que expropiar un terreno después de estar dos años sin ser cultivado, tal y como contempla la Ley, era injusto sobre todo para aquellos agricultores que dejaron de producir por falta de rentabilidad. El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, aseguró en aquel momento que la consellera Cebrián considera al campo como a un «decorado» y a los agricultores como los «personajes en escena».

La falta de presupuesto para las líneas de ayuda a los agricultores para ejecutar una Ley que desató tanta polémica no ayudará a mejorar la relación entre los agricultores y la consellera.

La tensa relación entre Cebrián y el sector

La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, no se ha caracterizado precisamente a lo largo de esta legislatura que está apunto de acabar, por su buena relación con el sector. Los representantes de algunas organizaciones se han quejado de la falta de atención por parte de la consellera, por no hablar de las contínuas protestas por la situación del sector, con unos precios cítricolas cada vez más bajos y la entrada de productos de terceros países.