El PP culpa a Oltra del estado de algunos centros de menores y le insta a gestionar

Los populares dicen que en el presupuesto de 2016 se dejó de gastar 3,1 millones destinados al funcionamiento de los centros y casi 650.000 euros de inversión en mejoras de los mismos

El diputado del PP, José Juan Zaplana, acusó ayer la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, de mentir en sus declaraciones en las que achaca al anterior Gobierno del PP las malas condiciones en las que se encuentran algunos centros de acogida de menores.

Zaplana dijo que Oltra era experta en «el enredo y el engaño» para tapar su «ausencia de gestión» y le acusó de «estar ahora en los platós de televisión poniendo cara de no haber roto nunca un plato, en lugar de estar gestionando». El diputado dijo que Oltra lleva ya dos años gobernando y que los problemas de los centros de menores «no es fruto de la herencia pasada sino de la mala gestión». Dijo que tanto la Fiscalía de Menores como el Síndico inspeccionaban estos locales y le animó a que si tenía denuncias de algún tipo, que las formalizara ante los tribunales y no ante los medios de comunicación.

Zaplana mostró su sospecha de que las declaraciones del lunes de Oltra «fuera una cortina de humo, ya que estos centros denunciaron recientemente que llevan seis meses sin cobrar».

También cuestionó el traslado de los menores del centro de Monteolivete a un antiguo centro de tuberculosos de Buñol «aislado de la población» y puso en duda que lo hubiera consensuado. Además, fuentes del PP denunciaron que en los presupuestos de 2016 no se ejecutaron 3,1 millones destinados a gastos de funcionamiento y 650.000 euros destinados a inversión.

Por otra parte, la Generalitat trasladó ayer al fiscal de menores de Castellón las irregularidades detectadas durante una inspección realizada en el centro de menores «La Resurrección» de Segorbe, entre ellas «indicios de maltrato» y la administración de «poca comida y caducada».

Las Hermanas Terciarias Capuchinas, institución que gestiona este centro, rechazaron «totalmente cualquier práctica de maltrato» y se pusieron a disposición de la Conselleria.