El PP exigirá a Ribó que exonere a la Junta de l’Albufera de pagar el IBI

La entidad paga el impuesto municipal por tres compuertas que posee en el lago

El PP del Ayuntamiento de Valencia exigirá al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, que exonere a la Junta de Desagüe de l’Albufera de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por las tres compuertas que posee en el lago valenciano. La petición se producirá el próximo mes de septiembre, cuando el Consistorio recupere la actividad, durante la Comisión de Hacienda.

Los populares argumentan que si Ribó «pudo perdonar la plusvalía al PSPV por la venta de su sede» debería de hacer lo mismo con esta entidad, que el primer edil acaba de abandonar sin dar explicación alguna.

Ribó comunicó hace dos semanas su renuncia a la presidencia honorífica de la Junta de Desagüe precisamente después de que en julio la Fiscalía abriera una investigación por el excesivamente bajo nivel del agua en el lago, y tras un bote de botulismo que dejó más de 600 aves muertas.

El PP del Consistorio asegura a este respecto que los estatutos de la Junta contemplan que la presidencia honorífica estará siempre en manos del Ayuntamiento de Valencia, por lo que el primer edil no puede renunciar a la misma. Lo que podría hacer es delegar el cargo, tal y como había hecho hasta ahora en el edil de Medio Ambiente, Sergi Campillo, pero no dejar el cargo.

Cuando el alcalde fue preguntado a este respecto durante un acto en La Marina respondió sencillamente que él «no ha intervenido en los conflictos» de l’Albufera por lo que considera «más interesante no estar».

Subida de impuestos

Por otra parte, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, destacó ayer que Ribó «está preparando un nuevo sablazo al bolsillo de los valencianos con una subida de impuestos masiva».

Catalá realizó estas declaraciones debido a que «el Gobierno del Rialto ha disparado el gasto corriente en el Ayuntamiento y porque los presupuestos de los últimos años han estado mal programados y pésimamente ejecutados».

Rechazó que el Ayuntamiento pueda llevar adelante una revisión del IBI con subidas que podrían oscilar entre el tres y el diez por ciento. «No es momento de subir ni un solo impuesto a los valencianos, porque todos los indicadores dicen que la economía se está ralentizando de manera alarmante y que es urgente reducir al máximo la presión fiscal para no ahogar a los contribuyentes», manifestó.

Después de la subida del IBI, que afectó a más de 5.000 comercios y despachos profesionales que aprobó el anterior gobierno de la Nau en 2016, «el Ayuntamiento incrementó la recaudación por este impuesto en 10 millones».

Por ello, Catalá consideró «injustificado que ahora se pretenda llevar adelante una revisión del valor catastral que daría lugar a una subida generalizada del IBI a todos los valencianos».

«Con los mayores presupuestos de inversiones de la historia, es una contrariedad que nos encontremos en Valencia con graves problemas en el mantenimiento de los equipamientos públicos de los barrios, con instalaciones deportivas deterioradas y con centros de mayores y sociales pendientes de reformar».