Infraestructuras

El primer cuatrimestre de 2016 se cierra sin ninguna obra nueva licitada

La Cámara de Contratistas lamenta que «ni en año electoral» el Gobierno mejore la inversión

La adaptación al ancho europeo del Corredor Mediterráneo mantiene plazos inciertos
La adaptación al ancho europeo del Corredor Mediterráneo mantiene plazos inciertoslarazon

Las licitaciones de obra pública en la Comunitat Valenciana ni siquiera mejoran ante la expectativa de elecciones. «Cada año y mes tras mes los ratios de licitación son peores que el anterior», denuncia la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana. Ninguna de las obras programadas en los Presupuestos Generales de 2016 se han licitado y, es más, las iniciadas hace años están paralizadas, según asegura el gerente de este organismo, Manuel Miñés, que con la precisión que le caracteriza baja al detalle los incumplimientos.

En los Presupuestos Generales de 2016 el Ministerio de Fomento previó una anualidad de 5,47 millones para el tramo autovía a su paso por la Font de la Figuera; la obra se inició en junio de 2008. Otra de 5,22 millones para el acceso sur al puerto de Gandía; la infraestructura comenzó a construirse en 2009; y ocho millones para la variante de Sueca, iniciada en 2007. A punto de sobrepasar el ecuador del año, están todas paralizadas.

En la misma situación están las que ni siquiera están licitadas, pero que sí estaban recogidas en los Presupuestos. El tercer carril de la V-21 entre el Barranco de Carraixet- Valencia (20 millones); el acceso del aeropuerto de Valencia con la N-220 y el enlace con la V-30 (69 millones); la variante de Benissa en la N-332 (35,8 millones); la conexión de la A-70 con el aeropuerto de Alicante (35 millones); la duplicación de la variante de Torrevieja (16 millones) y el tramo de la N-232 entre el barranco de la Bota y la Masía de la Torreta (61 millones).

Este balance se resume en que la Administración general licitó en el primer cuatrimestre de este año 45,7 millones, el 2,69 por ciento del total, y el Ministerio de Fomento, 33,9 millones, lo que representa un porcentaje del 2,20 por ciento.

Miñés insiste en que estos datos confirman el «menosprecio» que la Administración central hace a la Comunitat Valenciana, puesto que sí que se registró un incremento generalizado en la media estatal.

Los contratistas lamentan que esta ha sido la tónica de esta legislatura prorrogada por la convocatoria de nuevas elecciones. De 2012 a 2015 en la Comunitat Valenciana el Gobierno central licitó el 4,39 por ciento del total, un porcentaje que queda muy por debajo del peso del PIB valenciano (9,73 por ciento) y de su población (10,59 por ciento). La cifra del Ministerio de Fomento apenas varía y se sitúa en el 4,61 por ciento.

Miñés compara las cifras negativas de la obra pública valenciana con las del conjunto español. La Administración central licitó este año un 15,7 por ciento más que en 2015 y el Ministerio de Fomento un 45,9 por ciento más. «Los ratios son vergonzosos y denigrantes». Admite que las cifras del primer cuatrimestre de 2016 supone un incremento del 8,85 por ciento con respecto al mismo periodo de 2015, pero el punto de partida es tan bajo que la progresión le parece más que insuficiente, «sigue siendo insultante».

El Consell no invierte

La aportación de la Generalitat no es mucho más significativa. Los 25,2 millones de euros licitados durante el primer cuatrimestre de 2016 suponen una disminución del 73,87 por ciento de lo licitado sobre el primer cuatrimestre de 2015, año en el que ya se constató una reducción del 2,83 por ciento sobre lo licitado en 2014.

El resto de autonomías redujo su inversión un 44,9 por ciento.