Crisis de Fagor

El procedimiento concursal de la inmobiliaria Llanera llega a la Fiscalía

La Razón
La RazónLa Razón

El procedimiento concursal de la inmobiliaria Llanera ya ha llegado al Ministerio Fiscal, que ahora tiene diez días para calificar la quiebra de la entidad y elevar su informe al juez.

El fiscal deberá, a la vista de los informes de los administradores concursales y de los acreedores personados, decidir si la quiebra de la inmobiliaria fue fortuita o culpable. En el segundo caso, calificar si ha habido dolo o negligencia por parte de los administradores sociales en la generación de la insolvencia.

Si alguna de las partes estima la culpabilidad de los administradores de la sociedad (no confundir con los concursales), el juez abriría juicio para valorar las responsabilidades.

Si no lo pide ninguna de las partes -administración concursal, Ministerio Fiscal o acreedores personados si los hubiera- su señoría deberá archivar la causa.

En el caso de que se declarara la culpabilidad de los administradores de la sociedad puede pesar sobre ellos la inhabilitación para administrar sociedades y se les puede exigir que devuelvan los bienes obtenidos ilícitamente, además de daños y perjuicios, y la responsabilidad personal de los administradores sociales por la deuda de la sociedad. Es decir, tendrían que hacer frente a la deuda con su patrimonio.

Pero estos extremos sólo se darían en caso de que el juez decidiera abrir juicio por estimar una insolvencia culpable de la entidad.

Al parecer y a falta de constatación por parte del Ministerio Fiscal, parece que el informe de los administradores concursales habla de quiebra fortuita de la entidad. De coincidir en dicha calificación el resto de partes, no se abriría el juicio por la quiebra de Llanera.

En octubre de 2007, la constructora e inmobiliaria Llanera inició el primer gran concurso del sector en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria.

Dos años después, Llanera aceptaba los convenios de pago de deuda presentados para sus tres empresas de mayor tamaño y la liquidación de las cinco mercantiles restantes del grupo.

Cuatro años después, a medidos de 2013, Llanera solicitó su liquidación en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia al no poder hacer frente al plan de pagos establecido en 2009. Llanera adujo sentencias judiciales desfavorables.