Existe trato desigual

Los dirigentes y militantes de Podemos, Compromís y demás formaciones de ideología comunista pueden insultar, amenazar, incitar a la violencia, programar y realizar escarches contra dirigentes del Partido Popular «porque se trata de libertad de expresión». Sin embargo, si ellos son objeto de la sátira o cualquier tipo de ataque dialéctico, es tachado de fascismo, erosión a la dignidad de quienes profesan la izquierda radical, o de ultraje.

Pablo Iglesias, el líder de Podemos, puede referirse a la periodista Mariló Montero «la azotaría hasta que sangrase..» o el hoy concejal napolitano del Ayuntamiento de Valencia, Giuseppe Grezzi, podía exhibirse con una camiseta en la que se azotaba a Rita Barberá. O los afiliados a Podemos, Compromís, incluso del PSOE, han gozado de patente de corso para ejecutar escraches contra Soraya Sáenz de Santamaría, Cristina Cifuentes, Rita, Francisco Camps, Esteban González Pons y un sinfín de dirigentes populares. Todo sin que haya habido un solo condenado. Sin embargo, el Juzgado falla contra el autor de un poema, de tinte satírico, sobre Irene Montero, portavoz de Podemos y mujer de Pablo Iglesias. Nada más y nada menos que con 50.000 euros y 20.000 a la revista.

El presentador de TV Dani Mateo puede ensuciar y vejar la bandera de España, pero no recibir el rechazo de quienes se sienten ofendidos. El teatro de Valencia en el que iba a actuar, suspende la sesión y, entonces, el alcalde de Compromís le ofrece gratis el Palau de la Música para su actuación y se lo negaría a cualquier otro que defienda la unidad nacional, la personalidad totalmente diferenciada de nuestra Comunitat y radicalmente a quienes no comulguen con sus ideas. ¿Qué nos está pasando?. Así es la vida.