Comunitat Valenciana

Fabra: «He cortado de raíz la corrupción. Se lo debía a los valencianos»

El presidente Fabra no quiere mirar atrás. El futuro le promete datos esperanzadores que repite incesantemente. «Antes destruíamos 45.000 empleos, ahora los creamos»

Alberto Fabra
Alberto Fabralarazon

El presidente Fabra no quiere mirar atrás. El futuro le promete datos esperanzadores que repite incesantemente. «Antes destruíamos 45.000 empleos, ahora los creamos»

¿Ha cambiado su percepción electoral después de lo acontecido en el PP en el último mes y medio? La detención de Rodrigo Rato, la implicación de Rus en Imelsa...

–Tenía muy claro lo que tenía que hacer. Mejorar la situación económica y la imagen de la Comunitat. He tomado las decisiones que consideraba oportunas tanto con los imputados, como en el caso de Alfonso Rus (ex presidente del PP de Valencia) cuando había una situación de extrema gravedad y chocaba con lo que tiene que ser un comportamiento esencial de los políticos. La percepción es que estamos trabajando para mejorar la situación económica, y renovando el partido para que no pueda haber nadie que tenga dudas en cuanto a lo que nosotros pensamos sobre la intolerancia de comportamientos inadecuados en política.

- Esquerra Unida entregó las cintas al fiscal en julio, ¿por qué se ha dejado transcurrir nueve meses sin tomar medidas?

–Había comentarios, pero hasta que no hemos escuchado esas grabaciones no podíamos hacer nada. Necesitamos evidencias. Era lo que pedíamos para actuar y es lo que hemos hecho.

–Quieren que Rus dimita de la Diputación y de la candidatura a la alcaldía de Xàtiva, ¿se puede anular la candidatura ante la Junta Electoral?

–No se puede porque ya está aprobada por la Junta Electoral. Hay que exigir que Rus, al que el PP le ha dado mucho, ha sido presidente de la Diputación, alcalde de Xàtiva... sea sensible a la situación en la que con su postura está poniendo al partido. Debería presentar su renuncia a ser cabeza de cartel en Xàtiva.

-¿Qué piensa cuando lee que el asunto Rus es una operación suya contra él y que pretende ampliarla a Rita Barberá?

-No le hago ningún caso.

–Hay quien interpreta que le ha venido bien para reforzar su liderazgo y poner la guinda a su cruzada contra la corrupción. ¿Le beneficia a la campaña o más bien al contrario?

–Yo he actuado haciendo lo que creía que era lo mejor para el partido, para los cientos y cientos que representan al PP, para los que nos votaron y para la sociedad valenciana en general. No podemos aparecer de forma reiterada siempre en negativo en los medios de comunicación. Había que cortarlo de raíz y eso es lo que hice. Se lo debía a los valencianos.

–Ha tenido que enfrentarse a situaciones complicadas heredadas. En muchas ocasiones ha querido desmarcarse de la gestión realizada por su propio partido. ¿Está dañada la marca PP ?

–Son 20 años gobernando y los últimos cuatro, con muchísima dificultad. Infrafinanciación, muchos menos ingresos y con la necesidad de cubrir los gastos en Educación, Sanidad y Políticas Sociales. Hemos garantizado el gasto social. Además, hemos ido renovando el partido durante este tiempo. Al final, hemos sido capaces de dar una vuelta a la situación. Hoy hablamos de crecimiento en lugar de recesión y de creación de empleo en lugar de paro. Ha habido cosas que no han podido ser entendidas por los ciudadanos y ha generado dudas sobre la posibilidad de votarnos, pero hemos hecho mucho para que hoy la Comunitat pueda estar mejor.

–Ha realizado una importante renovación en las listas. ¿Qué valores ha buscado?

–Compromiso, ejemplaridad y sobre todo mucha dedicación. Los ciudadanos nos piden que trabajemos para resolver sus problemas. Para ello hay que dedicarse plenamente con mucho esfuerzo y preparación. Por eso hemos cogido diversos perfiles profesionales, pero con mucha ejemplaridad. Los ciudadanos nos lo exigen.

–Ha hecho excepciones con algunos alcaldes, ¿ha sido por presión o por convicción?

-Son casos muy excepcionales de cargos muy importantes dentro del partido. Nos piden dedicación, por eso, no es bueno compatibilizar varios cargos. Solo he hecho tres excepciones. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el de Vilamarxant, Vicente Betoret, y que ahora es presidente del PP de Valencia y el de Calpe, César Sánchez, vicesecretario general.

–También ha incluido a todos los consellers. Si gana, ¿repetirán?

-Eso ya llegará. Están como candidatos en las listas autonómicas en virtud de mi reconocimiento. Hemos sido capaces de darle la vuelta a una situación nada fácil, a pesar de contar con menos dinero han trabajado para buscar la eficiencia y resultados positivos.

–Han cambiado las caras, pero ¿cambia el programa?

–Es un programa muy completo y diverso, pero respeta la esencia del PP. Apostamos por las personas y por nuestras señas de identidad. Defendemos la valencianía y a los valencianos. Hablamos de continuar transformando la Comunitat garantizando los servicios básicos y apostando por que los ciudadanos tengan más oportunidades. Proponemos programas en Educación, con centros plurilingües, apoyar a los autónomos, bajar los impuestos y más inversiones, tanto sociales, mejorando infraestructuras sanitarias haciendo el primer hospital geriátrico de la Comunitat, educativas, en las que vertebran la Comunitat, como el AVE regional, o productivas como el Corredor Mediterráneo. Queremos incrementar la cuantía máxima de las 24.000 en esa situación hasta llegar al 85 por ciento, así tendrán más oportunidades y también ayudar a los mayores.

– ¿Cómo se hace una campaña sin el altavoz de RTVV?

–Haciendo mucha calle. Es curioso, hace cuatro años el PSOE en la plaza de toros pedía que se cerrase. Eso pasó. Nosotros quisimos hacer una televisión sostenible. Tenía 1.600 trabajadores y la propuesta era dejarlos en 600. Ante la nulidad del ERE procedimos al cierre. Los que no quisieron fueron los de enfrente. Aquellos que decían que era un instrumento al servicio del Gobierno. Pues bien, el Gobierno fue el que, en virtud de las necesidades y sobre todo para no poder en riesgo las políticas sociales, renunció a ese privilegio. Nuestro compromiso es que en el momento se cumplan tres condiciones: cumplir el objetivo de déficit, que no suponga aumentar los impuestos ni reducir los recursos para Sanidad, Educación y Políticas Sociales, reabrirla.

–No hay publicada ninguna encuesta que dé al PP la mayoría absoluta. ¿Cree que es capaz de dar la vuelta a los sondeos o piensa que existe una parte considerable de voto oculto?

–Estoy convencido de que vamos a tener un resultado mejor que el que dicen las encuestas porque estas elecciones se hacen a la vez que las municipales. Tenemos gran implantación en toda la Comunitat y el trabajo que se ha hecho desde los Ayuntamientos ha sido muy intenso. Eso va a suponer un plus para la mejora de los resultados tanto a nivel municipal como autonómico. Tendremos una mayoría suficiente para seguir gobernando.

–Entonces, ¿cree que ganará por los indecisos o por los que no admiten que les van a votar?

–Estas elecciones son muy diferentes. Estoy seguro de que hay un voto oculto. Las encuestas lo dicen. Aproximadamente entre un 20 y un 25 por ciento de antiguos votantes del PP todavía no define su voto. Dentro de esa abstención habrá gente que nos votará. Estamos mejor que hace cuatro años y las expectativas de crecimiento. Hemos corregido los desequilibrios.

–Usted fue uno de los primeros que habló de pactos. Se refería a un gran pacto PP- PSPV. ¿Sigue pensado que esa es la mejor opción si ninguno de los dos llega a la mayoría absoluta?

–Eran otras circunstancias. En los últimos meses esto ha cambiado muchísimo. Yo ponía de manifiesto que ante todo tenemos que defender la estabilidad y la tranquilidad en la Comunitat. La apuesta es conseguir 400.000 nuevos empleos en la próxima legislatura y lo podemos hacer, pero para eso se necesitan políticas estables, tranquilas, que no generen inquietud ni a los mercados ni a la sociedad valenciana.

–¿Eso no implica que pactará con la lista más votada?

–Todas las encuestas dicen que seremos la lista más votada. Desde esa condición tenderemos la mano a otros. Para nosotros va a ser irrenunciable que mantengamos esas condiciones de estabilidad y seguridad para continuar creciendo en la Comunitat. Eso es básico.

–¿Hay alguna exigencia que no está dispuesto a aceptar?

– Lo único que pongo encima de la mesa es garantizar la estabilidad y las políticas que están haciendo crecer a la Comunitat.

–¿Está preparado para lo que venga? Es decir, si pierde.

–No es una opción que baraje. Estoy convencido que vamos a gobernar.

–¿Se juega la cabeza política?

–He trabajado para que las cosas puedan seguir mejor.

–Su apuesta electoral en escaños.

–Si supiera cuantos escaños tendremos me dedicaría a hacer quinielas. (Ríe). Los resultados son fruto del esfuerzo, del trabajo y las propuestas. Tenemos menos parados, hace tres años generábamos 45.000 parados al año, hoy se han invertido esos datos y creamos empleo a razón de 45.000. La situación es muy diferente. De la recesión, con un crecimiento negativo del 2,9 por ciento, hasta hoy, con un cuatro por ciento en positivo.

-La asfixia financiera ha sido una de sus principales preocupaciones. ¿Se puede aspirar a pagarla o hay que condonarla?

-El ministro de Economía, Luis De Guindos, ya dijo lo que nosotros pensábamos. Usted ahora ya no le debe dinero al banco, se lo deberá al Estado que le pone los tipos de interés al cero por ciento. Es decir, si no hay nadie que te pida cuándo tienes que devolver el dinero, que es Estado, y además no te pide tipos de interés, estás al cero por ciento. Ese no es problema. No lo es ni la deuda ni la carga financiera. Tenemos otros, como la financiación, y Mariano Rajoy dijo que su reforma la retomará pasadas las elecciones.

-¿Cuál ha sido el momento más complicado de la legislatura?

-Ha habido algunos complicados, la verdad. Pero soy optimista. Lo pasado, pasado está. En 2014 fuimos la Comunitat que más redujo el paro en toda España y la segunda en creación de empleo.

-Rajoy le reconoció muchas decisiones complicadas. ¿Pensó en alguna en concreto?

-Uno se tiene que quedar con los buenos recuerdos, lo complicado te sirve como experiencia. Rajoy, que también ha hecho un trabajo fantástico, habló en Valencia de las previsiones de la Comisión Europea. España puede crecer un 2,9 por ciento seguido de Alemania el 1,9 por ciento. ¿Quién nos iba a decir que España podía crecer más que los alemanes? Los socialistas dejaron España como si fuera Grecia y hoy Rajoy pone a España por delante de Alemania. Hay una pequeña diferencia. Asumimos los errores, pero los hemos corregido.

-Quizás no fue la más difícil pero está en los tribunales. Me refiero a la compra de Valmor. ¿Le preocupa?

-No lo teníamos nada fácil. El calendario de la F1 estaba aprobado y debíamos hacer un Gran Premio. Si no, pagábamos una penalización de 62 millones de dólares, además del ridículo internacional que hubiera hecho la Comunitat y especialmente la ciudad de Valencia. No podía ser y lo que hicimos fue elegir. Luego negociamos para que las siguientes ediciones no se celebraran. Había dos pendientes en el contrato y no se celebró ninguna de las dos. Ahorramos 70 millones. No fue nada fácil, pero había que concentrar todos los recursos en Educación y Sanidad.

Una carrera de fondo

Alberto Fabra ha tardado casi cuatro años en dejar su marca. La intensidad y velocidad con la que se han producido los acontecimientos hacen complicado un análisis espontáneo de su legislatura. Durante la misma la crisis económica mostró su peor cara. Las familias sufrieron, muchas aún no se han recuperado, y la Generalitat vio peligrar su solvencia financiera. Los impagos se fueron resolviendo gracias a la ayuda del Gobierno central, apunta Fabra, pero aún le quedaba mucho por hacer. Finiquitó dos ediciones de la Fórmula 1 porque era un gasto innecesario, cerró RTVV porque no podía mantener una plantilla de 1.600 trabajadores, eliminó empresas públicas, fundaciones... Limitó los gastos en dietas, obligó a los altos cargos a viajar en turista y limitó los sueldos. Sin embargo, si en algo se la jugó fue en su «línea roja». Se enfrentó a una parte del partido, que ahora le reconoce el mérito, y expulsó a todo aquel sobre el que cayó una imputación por corrupción. Fuese justo o injusto. El último capítulo ha sido el de Alfonso Rus. El «caso Imelsa» ha estallado en plena campaña electoral y ha forzado decisiones de urgencia. No podía dar marcha atrás. Llegaba a la línea de meta.